«Usa el móvil al volante», aconseja contra toda norma conocida el enorme cartel al lado de una carretera, en Toronto. La estrambótica propuesta tiene una buena «trampa»: está firmada por la imaginaria funeraria Whatan —una idea de la agencia John St. Advertising— para dejar claro a los imprudentes que hablar por el celular cuando conducen puede hacerlos grandes candidatos a llegar al más allá… después de pagar los servicios necrológicos del más acá.