En el seminario Mejoramiento de la resistencia de municipios de República Dominicana ante fenómenos y riesgos naturales, realizado en Santiago de los Caballeros, se presentó un estudio de microzonificación sísmica de la ciudad.
Según PL, tal estudio permitirá conocer el comportamiento de las edificaciones ante un evento de ese tipo, según las condiciones geológicas de los sistemas de fallas.
Una parte importante de los edificios que alojan gran cantidad de personas en forma permanente, alertaron los expertos, serían vulnerables a un sismo de gran intensidad.
Esa sacudida requiere una política urgente que adopte medidas para su evaluación y reforzamiento como forma de evitar tragedias humanas y pérdidas materiales en el futuro.
Carol Prentice, del Servicio Geológico de Estados Unidos, apuntó que los estudios sobre las fallas en la cordillera Septentrional advierten que un terremoto podría afectar, no solo a Santiago, sino también a otros pueblos del Cibao.
El especialista Rafael Corominas Pepín, por su parte, cree que la población dominicana y las autoridades deben trabajar en educar a los ciudadanos para saber qué hacer y cómo responder ante un inminente terremoto.
Víctor Suárez expresó, por su parte, que el 61 por ciento de las escuelas públicas de Santiago son vulnerables a un fuerte movimiento telúrico.
El estudioso Leonardo Reyes Madera advirtió que el hospital Cabral y Báez, con columnas cortas y pisos blandos, es una estructura muy vulnerable, lo que a su juicio constituye un grave peligro que debe evitarse, adoptando medidas para contrarrestar esa situación.
Entre empleados, internos y visitantes, el número de personas en el hospital puede llegar a 14 o 15 mil en un día normal, agregó Reyes Madera.
En cuanto a las fallas tectónicas, tanto en tierra como en el mar, expertos internacionales expusieron sobre el peligro que representan los terremotos, que pueden ser muy dañinos si no se adoptan medidas de rigor respecto a edificios vulnerables y para las construcciones nuevas.
Santiago, dijo la geóloga Prentice, se encuentra a solo cinco kilómetros de la falla septentrional, pero hay otras poblaciones que quedan a menor distancia aún y es necesario precaver, siguiendo estrictas normas antisísmicas.