Miguel Díaz-Canel, miembro del Buró Político y Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros intercambia este domingo con los jóvenes Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 06:01 pm
A utilizar una plataforma emancipadora de educación, que se base en nuestra historia, verdades, en las razones de la Revolución y en esos elementos que no podemos olvidar jamás como nuestros mártires y hechos históricos, llamó Miguel Díaz-Canel Bermúdez, miembro del Buro Político del Partido, a los miembros del Consejo Nacional de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), que este domingo concluyó en la capital.
En la plenaria central del encuentro —en la que se analizó el consumo cultural en las universidades cubanas y el aporte de los estudiantes a este— el también Primer Vicepresidente de los Consejos de Estados y de Ministros, destacó que estaremos más elevados en la misma medida que nuestra espiritualidad y cultura sea más integral.
Díaz-Canel Bermúdez señaló que en este mundo audiovisual, nuestros jóvenes tienen que encontrar sus propios símbolos y mencionó entre ellos a Fidel, Raúl, a los Cinco y a la resistencia del pueblo cubano. «Cuando buscamos en los símbolos, en nuestra historia, cuando no claudicamos y preservamos y defendemos nuestras ideas vienen las victorias, las alegrías, el orgullo, el enaltecimiento y la dignidad y eso no se cambia por nada material en el mundo».
Miguel Díaz-Canel Bermúdez
Al referirse al tema de la recreación expresó que tenemos que analizar desde las instituciones como se dan más opciones, que sean más abiertas, autenticas, menos costosas pero también hay que construir un concepto de recreación. «No es dar recreación para que los muchachos estén contentos. Nosotros no manipulamos a nuestra juventud, sino que le damos posibilidades de participar, tratamos que gestionen conocimiento, que aprendan y entiendan la Revolución y que de ahí decidan su participación».
El miembro del Buro Político del Partido expresó tener en los dirigentes estudiantiles de la FEU una carga pesada para dialogar, debatir y reflexionar sobre estos temas en las brigadas, centros y en cada espacio que se necesite. Además añadió que ello es importante para repensar la cultura desde las universidades, con un pensamiento estético que logre transformar los escenarios, lo que llevará a participar de una manera más efectiva en el crecimiento intelectual de los jóvenes.
En esa misma cuerda de reflexión Abel Prieto Jiménez, asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, dijo que gran parte de esta batalla está en el audiovisual. «Es imprescindible crear un clima donde este desterrada la ingenuidad y donde exista un análisis, evaluación y reflexión colectiva de lo que queremos y necesitamos ante lo banal.
«Tenemos que aspirar a que se tenga una visión crítica sobre este proceso. Tenemos que enriquecer la recreación, meditar sobre el tiempo libre de nuestros universitarios, un espacio que es fundamental para la formación de valores, convicciones y no perder los pilares de cubanía», ponderó el intelectual cubano.
Los miembros del Consejo reiteraron la necesidad de que los entretenimientos culturales deben constituirse desde el ser humano a pesar de sus contradicciones, pues solo así se podrá lograr que el consumo cultural cale profundamente en los jóvenes.
En consonancia Antonio Darias Melis, presidente de la Universidad de las Artes dijo que las industrias culturales se han convertido en espacio de hegemonía y por ello hace falta una gran revolución cultural en las universidades. Mientras que Luis Alberto Periche, presidente de la Universidad del Holguín, señaló que en los centros de Educación Superior se debe desterrar lo banal y debe ser el escenario donde defendamos nuestra identidad.
En los debates también se expuso que entrar en este debate no significa tener una recreación aburrida, de prohibiciones, sino de explicar, pues no se puede participar en los proyectos sin saber su significado. Además se apuntó que prácticas culturales como la danza, las artes plásticas y la actuación, más allá de ser fuentes de entretenimiento, constituyen espacios de realización personal y educativa en los más jóvenes.