MATANZAS.— Los matanceros celebraron el aniversario 150 de la proclamación de la ciudad como la Atenas de Cuba, acontecida el 17 de febrero de 1860, en el Liceo Artístico y Literario, en el callejón de San Severino.
La propuesta de Rafael del Villar tuvo una aceptación inmediata y unánime en el mundo cultural y entre los pobladores de esa época. Para recordar el acontecimiento se colocó una tarja conmemorativa en el centro histórico.
El doctor Ercilio Vento Canosa, Historiador de la Ciudad, afirmó que era preciso reconocer la traza cultural precedente, aquella que era el cimiento y la herencia de la urbe, marcada por nombres como Heredia, Manzano, Plácido, Milanés, White, Teurbe, Del Monte, Ximeno, Gener o Guiteras.
«Matanzas fue en su fundación la primera ciudad moderna de Cuba, diseñada y levantada conforme a un proyecto que integró la concepción más avanzada de la época», expuso Vento Canosa.
En 1813 en la ciudad se introduce la imprenta, en 1835 se crea la Biblioteca Pública, y en 1842 se funda La Guirnalda, primera revista literaria matancera. Entre 1859 y 1860 el Liceo Artístico y Literario alcanzó celebridad, y basta saber que en 1861 la visita de La Avellaneda dejó huellas imperecederas en la cultura matancera.
«La fuerza y brío del bienestar económico tuvo necesariamente una repercusión social intensa, que reclamó con avidez el concurso de la cultura como parte del completamiento que le era preciso, en medio de la gran contradicción de una persistente trata esclava», dijo el historiador e investigador.
Posteriormente, en 1863 se inauguró el Teatro Esteban (Sauto) y al año siguiente el Instituto de Segunda Enseñanza. Por esa época el violinista matancero José White era aplaudido en muchos países y elogiado en varias crónicas por José Martí.
Una centuria y media no dejan dudas que de los 70 seudónimos con que se le conoce (entre ellos la Ciudad de los puentes o la Venecia de América), el de la Atenas de Cuba se consagró también en la impronta contemporánea de los matanceros.