Daños en infraestructura telefónica por robo de cables afectan a comunidades habaneras. Autor: Carlos Serpa Publicado: 29/03/2025 | 10:17 am
Una ola de actos vandálicos contra las redes telefónicas azota varios municipios de la capital, con un alarmante incremento en el robo de cables de cobre, destinados a su comercialización ilegal. Los municipios más afectados son Arroyo Naranjo, Cotorro y Boyeros, donde bandas delictivas cortan y sustraen los cables, dejando a cientos de usuarios sin comunicación.
Recientemente, en la localidad del Wajay, perteneciente al municipio Boyeros, fueron sustraídos más de 600 metros de cable de gran capacidad, lo que provocó la interrupción de más de 300 servicios residenciales y estatales. Asimismo, unos 600 clientes del barrio El Chico, en el Consejo Popular Wajay, permanecen sin telefonía pública debido a otro hecho delictivo, alerta la información de Tribuna de la Habana.
Armando Marchan Bárcena, jefe del Centro Telefónico de Boyeros, denunció que desde febrero de 2023 se han registrado cuatro ataques contra las rutas de cable 27, 28 y cables locales. «La comunidad sufre las consecuencias. Es un servicio sensible que la población pierde, y el daño económico es considerable», afirmó.
«Cada acto vandálico no solo interrumpe por días los servicios de voz, Nauta Hogar y telefonía fija, sino que genera cuantiosos daños materiales. Los delincuentes actúan bajo el amparo de la noche, aprovechando la poca vigilancia en zonas de bajo tránsito».
Gerardo Oliva Cubillas, director de Seguridad y Defensa de ETECSA en La Habana, aseguró que no hay impunidad en estos casos. Destacó la labor coordinada con el MININT, que ha permitido detener y procesar a los responsables. «Los cables robados son los más gruesos, costosos y esenciales para conexiones a larga distancia», subrayó.
En 2023, se reportaron 39 hechos vandálicos en la capital, casi el doble que en años anteriores. Solo en el primer trimestre de 2024, ya se han registrado siete ataques. Cada vez que ocurre un incidente, ETECSA despliega equipos de linieros y empatadores para reparar los daños, retrasando otras mejoras en la red.
Para frenar estos hechos, que perjudican el bienestar ciudadano y la economía nacional, se requiere la unión de las autoridades, ETECSA y la población. La denuncia oportuna y la vigilancia colectiva son clave para proteger un servicio vital para todos.