No se incomodó «el ancho mar» cuando este sábado una sólida y moderna embarcación como Río Las Casas invadió la paz de su reino. Quizá ya sabía, porque el notable novelista y poeta Miguel Barnet lo había anunciado, que no pocos artistas y escritores cubanos partirían esa mañana hacia suelo pinero, «a poner sus corazones sobre la Isla de la Juventud». Por ello se entregó apacible y se vistió de un verde celeste casi insólito para que la «intrusa» se desplazara majestuosa, al estilo de aquel barquito de papel de la infancia que quería llevar por doquier la flor de amistad.
Qué es un Espejo sino la posibilidad de enfrentarnos a nosotros mismos.
Una persona que conozco y tengo por honrada me dijo hace poco: «No confíes en esa muchacha, que su padre está preso y su mamá no se ocupó nunca de ellos». La joven en cuestión había venido a mi casa buscando forros para las libretas de su hermanito, y mi amiga apenas la saludó antes de farfullar aquella frase que estremeció mi vergüenza.
¿Sonará ocioso admitir que estamos en un momento eminentemente político? Y también ético. El escenario del país, aquejado por ruinas y roturas, nuevas y viejas, necesita hoy de la política y de la ética de manera especial. Las cosas suelen discurrir normalmente cada día, pero en ciertos instantes todo, al menos lo primordial, redimensiona su influencia en la sociedad. Ello es también evidente.
Las fotos de una buena suegra; la primera recogida de café de Gilda; las amarillas tiradas fundacionales de J...
Sin embargo, en las reuniones —parientes menores y cotidianas de aquellos— no siempre ocurre así, pues en no pocas oportunidades se abusa del tiempo indiscriminadamente, intentando extraerle el zumo a una naranja que ya tiene secos los hollejos.
Ernest Solvay (1838-1922) fue un...
Como un buen alumno que hace la tarea, y recibe de recompensa un paseo al parque —«vamos, nené, que te has portado de maravilla»—; así deben sentirse las autoridades de Marruecos, que este martes, llegaron a un acuerdo con los 27 países miembros de la Unión Europea para un nuevo estatuto de Asociación Avanzada entre el bloque comunitario y el reino alauita.
Llamar a alguien «terrorista» en EE.UU. es, como en todo lugar de este planeta, un gran insulto. Decirle «comunista» o «socialista» es más o menos parecido. Pero todos esos calificativos los ha recibido el candidato demócrata a la presidencia de ese país, Barack Obama.