Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Opinión

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Ernesto es un joven con una formación militar desde sus estudios en los Camilitos. En esa institución académica y en las siguientes que cursó siempre le enseñaron el valor de los modales, la disciplina estricta y la cortesía para con sus compañeros y la sociedad en general. Esas virtudes son inherentes en él, las estima y las pone en práctica constantemente. Pero sucede que a veces sus buenas acciones no tienen como premio la respuesta esperada, que dictan las normas más elementales de reconocimiento.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

«Si no sirve, no sirve», dijo una colega en medio de una reunión. Y quienes allí estábamos sonreímos y pensamos en el tino de la frase, aun cuando pareciera emparentada en lógica con aquella tan famosa sobre la técnica, con la que casi cualquiera en Cuba ha sonreído.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

El inolvidable Enrique Núñez Rodríguez vendió su bicicleta para goce de tantos lectores que lo seguirían como a un rapsoda de la cubanía y el ingenio. Y este periodista, que trabaja para el día y la hora, regaló su vieja máquina de escribir Robotrón cuando, pobre migrante digital, accedió al irreversible mundo de las computadoras.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Bagdad, Samarcanda, Teherán, Damasco son hermosos nombres que cantan al oído de quienes los evocan. Como los Reyes Magos, traen olor a incienso y a mirra. Suscitan el recuerdo de Las mil y una noches y tantos otros apólogos que pasaron a la cultura occidental a través de la secular presencia árabe en España, modelo de tolerancia que aceptaba la convivencia entre musulmanes, judíos y cristianos, que sembró olivares, forjó estupendos aceros, introdujo la noción del cero, e impregnó nuestro léxico de palabras que usamos todos los días. Cuando el imperio otomano se estaba deshaciendo, el romanticismo nos sedujo con la visión exótica de un Oriente sin fronteras y las novelas cursilonas que precedieron a Corín Tellado poblaron sueños femeninos de árabes varoniles y enigmáticos.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Se habían conocido una tarde en el Malecón, exactamente seis meses y dos semanas antes de que el barco mercante Jigüe se hiciera a la mar. Antonio y Sonia se enfrentaron ese día al primer abrazo de despedida en sus vidas. No era para siempre, pero en ese instante cualquier certeza sobre el futuro era improbable.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

CARACAS, Venezuela.— Transcurría el primer año del siglo XXI, y cursaba el onceno grado en el único preuniversitario de Nueva Paz, entonces provincia de La Habana, hoy Mayabeque. Aún recuerdo la noche del 30 de octubre, cuando la Televisión Cubana informaba sobre la firma de un convenio de cooperación entre el Comandante en Jefe Fidel Castro y el recién electo presidente de Venezuela Hugo Chávez Frías. Vi la noticia como muchos en el mundo, pero jamás imaginé en aquellos tiempos en que vestía de azul que 15 años después, ya como periodista, apreciaría en tierras bolivarianas los frutos de aquel acuerdo estratégico firmado en Caracas.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Los participantes, inquietos, no soportan ya estar en las sillas o parados, llevan allí más de una hora esperando porque, al fin, se descorran las cortinas para iniciar el acto. Llegaron a las siete y media de la mañana, y son cerca de las nueve.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

El campamento amaneció diferente. Los hombres espabilaron esta vez a los gallos. El trajín, acompañado de un susurro inusual, anunciaba una jornada sin precedentes.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Martí en la hora actual de Cuba es un gran desafío. Tenemos que pensar el futuro de nuestro país, no de «este país» porque pareciera que no somos parte de Cuba; prefiero llamarle nuestro país, ese al que Martí amaba y por el que derramó su sangre.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Hace años, Aarón Yelín realizó un breve documental titulado Muy bien. Mostraba una clase de dibujo en un aula con niños pequeños. La maestra conducía el proceso hacia el logro de una supuesta perfección. Despojaba a los niños de la capacidad de expresar su imaginario personal hasta alcanzar el estereotipo clásico del paisaje, la casita y las lomas al fondo. En sentido inverso, una experiencia en un pueblo de construcción moderna nombrado La Yaya evidenciaba el valor de la imaginación para el crecimiento armónico de la personalidad.