Ejército ruso libera a Siria del Daesh Autor: Juventud Rebelde Publicado: 08/12/2017 | 06:28 pm
GAZA, diciembre 8.— Este viernes marcó el tercer día de protestas contra la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como capital de Israel, desconociendo los acuerdos internacionales y las relaciones de Naciones Unidas sobre el estatus de esa urbe sagrada.
En la represión de las manifestaciones de este «Día de la Ira», que se extendieron por los territorios palestinos ocupados de la Ribera Occidental, Jerusalén Este y la Franja de Gaza, un joven de 30 años murió en Gaza y según el ministro de salud palestino y la Media Luna Roja más de 757 personas han sido atendidas por las heridas recibidas, reportó la agencia WAFA.
Las escuelas palestinas se han declarado en huelga ante la decisión, calificada por muchos en el mundo de provocación irresponsable y que el líder de Hamás ha considerado una «declaración de guerra contra los palestinos».
Mientras la comunidad islámica se une a las acciones de condena, el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, intenta apaciguar el fuego encendido por Trump diciendo que llevar su embajada a Jerusalén «no ocurrirá en años».
Dentro y alrededor de la Ciudad Vieja de Jerusalén las protestas pacificas comenzaron luego de la plegaria del viernes, según comentó el corresponsal de Al Jazzera desde la Puerta de Damasco en la ocupada Jerusalén del Este, pero las fuerzas de seguridad de Israel separaban de la multitud a quienes ellos tomaban como blanco y los detenían.
Mientras, en Hebron y Belen, en la ocupada Ribera Occidental disparaban gas lacrimógenos y balas de goma contra los manifestantes, y escuelas, universidades y otras instituciones educacionales se declararon en huelga.
La situación provocada por la decisión de Trump que ha sido condenada por muy diversos líderes mundiales ha sido descrita como «peligrosa escalada» del conflicto israelo-palestino bajo la percepción de que entierra las negociaciones de paz, hasta ahora infructuosas.
Federica Mogherini, alta representante de la Unión Europea para asuntos exteriores, dijo que el anuncio de Trump tiene el potencial de hacer retroceder hacia tiempos oscuros».
Este viernes, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió de emergencia para analizar la situación —con la presencia del coordinador especial de la ONU para el proceso de paz en el Medio Oriente, Nikolay Mladenov—, y ampliamente fue condenada la decisión de Donald Trump de reconocer a Jerusalen como capital de Israel.
Ocho paises llamaron a ese conclave con urgencia en la sede de Nueva York y condenaron el movimiento unilateral de Washington y la postura unilateral de Trump ignorando las advertencias sobre las posibles consecuencias.
«Las Naciones Unidas repetidamente han declarado que cualquier decisión unilateral que altere el carácter y el estatus de Jerusalen o que pudiera alterar estos principios aceptados pudiera socavar seriamente los actuales esfuerzos de paz y pueden tener repercusión en toda la región», dijo Mladenov en el Consejo de Seguridad, donde mostró su preocupación por «el potencial riesgo de una escalada violenta» en respuesta a la decisión de EE.UU.
A su vez, Riyad Mansour, embajador y observador permanente de Palestina ante la ONU, dijo que la administración Trump ha violado «el estatus político legal e histórico de Jerusalén y los derechos del pueblo palestino y las aspiraciones nacionales legítimas» y el anuncio «ha elevado las tensiones y el riesgo de desestabilizar completamente la volátil situación».
Además, dijo Mansour, le da impunidad a Israel y deja a Estados Unidos descalificado para cualquier papel en la búsqueda de una solución del conflicto.
La posición estadounidense fue defendida por la embajadora Nikki Haley y por el embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, quien alabó el «coraje» de Estados Unidos, enfatizando que Jerusalén «es y siempre será la capital de Israel».
El régimen de Tel Aviv controla Jerusalen del Este desde que fue creado Israel en 1948 y lo ocupó luego de la guerra de 1967 y se anexó una parte de la ciudad en 1980, lo que no ha sido reconocido por la comunidad internacional.
Además, Israel ha construido asentamientos judíos alrededor y dentro de zonas claves de Jerusalen del Este en un esfuerzo por cimentar su control sobre toda la ciudad, asentamientos que son ilegales ante las leyes internacionales.
En ese intento de ser reconocido, Israel ha instalado su parlamento, algunos ministerios y las oficinas del presidente y del primer ministro en Jerusalén, con el propósito de lograr el apoyo internacional.
En su intervención ante el Consejo de Seguridad, la embajadora Haley acusó a la ONU de ser durante años «uno de los centros de hostilidad contra Israel» y de hacerle «mucho daño a las proyecciones de paz en el Medio Oriente».
Jordania, que actúa como custodio de los lugares sagrados de musulmanes y cristianos en Jerusalen consideró que EE.UU. ha violado las leyes internacionales y que cualquier decisión unilateral para construir una nueva situación es nula, exacerba las tensiones, inflama las emociones y lleva a la confrontación a las personas de la ciudad con diferentes creencias religiosas. Jerusalén debe ser reconocida como capital de Palestina, dijo el embajador jordano Bahous.
Por su parte el embajador egipcio Amr Abdellatif Aboulatta denunció una decisión que, afirmó, puede incendiar a los musulmanes y pueblos árabes.
La decisión unilateral de la Casa Blanca también fue criticada por los embajadores ante la ONU de Reino Unido, Francia, Suecia, Japon y Rusia, dijeron las agencias de prensa.