China se moderniza a alta velocidad. Autor: C. Fresneda Publicado: 21/09/2017 | 06:00 pm
Geopolíticamente, Rusia, India y China acaban de enviar un poderoso mensaje a Occidente: en estos momentos afinan una estrategia trilateral compleja para la creación de una red de corredores económicos a través de Eurasia, constata el analista Pepe Escobar en TomDispatch. Es lo que en China se ha bautizado como nuevo Cinturón Económico de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del siglo XXI: una impresionante infraestructura que nacerá en gran parte desde cero para conectar China con Asia Central, Oriente Medio y Europa Occidental, según RT.
Según Escobar, este proyecto es mucho más ambicioso y potencialmente tiene un alcance superior al famoso plan Marshall, el proyecto más importante de EE.UU. para la reconstrucción de los países europeos después de la Segunda Guerra Mundial.
China como una megaciudad
La construcción de casi 40.000 kilómetros de ferrocarril de alta velocidad en China es una apuesta clave para el futuro del país, donde la población urbana creció en 400 millones desde 1980 a 2010.
China ha de pensar en términos de conglomerados urbanos (agrupaciones de ciudades de más de 60 millones de personas). No en vano, el gigante asiático tiene ya más de 20 de esas agrupaciones humanas, cada una del tamaño de muchos países europeos. Muy pronto los principales conglomerados representarán el 80% del PIB y el 60% de la población de China. Los vertiginosos proyectos de infraestructuras y su red de trenes de alta velocidad van destinados a la gestión de estas entidades.
Gran ventaja china: el ecosistema de fabricación
China también está modificando su base manufacturera, que creció 18 veces en las últimas tres décadas. Las manufacturas representan el 44% del PIB de China y emplean directamente a más de 130 millones de personas. Además, el país asiático ya representa el 12,8% de la investigación y el desarrollo mundial, situándose muy por delante del Reino Unido y la mayor parte de Europa Occidental.
China está tratando de modernizarse audazmente en términos de fabricación a nivel global dirigiéndose a la fabricación de alta tecnología. Numerosas compañías chinas están mejorando rápidamente su tecnología e instalándose en ciudades de segundo y primer nivel, mientras que las empresas extranjeras, tratando de disminuir costos, se están moviendo hacia ciudades de segundo y tercer rango.
«El ecosistema de fabricación china es realmente rápido, flexible e inteligente. Y está respaldado por un sistema educativo cada vez más impresionante», afirma Escobar.
La relación entre el PIB y la deuda: No hay por qué preocuparse
En cuanto a la relación deuda/PIB de China, el gigante asiático se encuentra mucho mejor que Japón y EE.UU., según Standard Chartered Bank. Al contrario de lo que ocurre en Occidente, el crédito al consumo es solo una pequeña fracción de la deuda total. Y mientras que Occidente exhibe una particular fascinación por las operaciones bancarias en la sombra como el crédito fuera del balance general, estas únicamente suman alrededor del 28% del PIB, mientras que, según el Fondo Monetario Internacional, el porcentaje en EE.UU. es mucho más elevado.
Un cambio geopolítico: Los BRICS en lugar de Occidente
Escobar indica que en noviembre pasado China hizo oficial un cambio geopolítico trascendental. A partir de ahora, Pekín dejaría de tratar a EE.UU. o la Unión Europea como su principal prioridad estratégica y se reorientaría hacia sus vecinos asiáticos y los países miembros del BRICS (con un enfoque especial en Rusia).
«Pekín está cerrando rápidamente la brecha respecto a Washington en términos de potencia intelectual y económica, y es que su ofensiva de inversión global apenas ha comenzado, incluidas las nuevas rutas de la seda», opina el especialista.