BERLÍN, mayo 8.— La carrera del obispo alemán de la diócesis de Augsburgo ha terminado: el Vaticano aceptó hoy la dimisión del funcionario católico Walter Mixa, en medio de un escándalo por abusos de menores.
Mixa presentó su renuncia el pasado 21 de abril. Poco antes, la fiscalía abrió diligencias contra el prelado de 69 años. La oficina del juez instruyó el sumario por maltratos de jóvenes y por supuestos abusos sexuales.
Según reportes de la prensa alemana, estos casos ocurrieron durante la incumbencia de Mixa como obispo de la pequeña diócesis de Eichstatt. Desde hace unos días, el acusado no da entrevistas y presuntamente permanece en Suiza.
De acuerdo con la agencia estatal de noticias DPA, el presidente del consejo de la diócesis de Augsburgo, Helmut Mangold, consideró el caso como el accidente más grave posible.
Al principio, Mixa negó haber cascado a jóvenes durante su trabajo en una casa de huérfanos de la iglesia católica, pero después reconoció los cargos.