Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

El pueblo boliviano está alentado, afirma Evo Morales

Autor:

Marina Menéndez Quintero

Asegura Fidel que «valen oro» los acuerdos de Unasur. Chávez calificó de histórica la Cumbre de Chile

CARACAS.- El presidente boliviano, Evo Morales, reiteró que el diálogo se mantiene abierto en su país pero insistió en que todas las instalaciones del Estado deben ser devueltas por las hordas que las tomaron, al tiempo que expresó la satisfacción de los suyos con los acuerdos alcanzados el lunes por la Cumbre de Unasur.

«El pueblo está muy alentado, no se siente solo, dijo el mandatario, quien refirió el agradecimiento a Unasur de parte de movimientos sociales y sindicales como el minero, de los comerciantes, campesinos, indígenas, maestros y trabajadores fabriles, con cuyos representantes se reunió este martes, y expresaron su satisfacción con la reunión celebrada de urgencia en Chile.

Una llamada telefónica de Evo a Chávez y fragmentos de una misiva enviada al líder venezolano por Fidel, ofrecieron detalles de primera mano aquí, al cierre de esta edición, sobre la situación en Bolivia, y valoraron la trascendencia de la Cumbre, convocada frente a las señales de «golpe de estado civil» ostensibles en la nación del Altiplano.

En conferencia de prensa ofrecida por Chávez a pocas horas de su llegada aquí procedente de Santiago, y mediante el hilo telefónico, Evo consideró que frente a la violencia de días anteriores «ha habido resultados» en localidades como Cobija, en Pando, donde las bandas fascistoides convocadas por los prefectos separatistas, como en otros lugares, tomaron instalaciones gubernamentales y masacraron al pueblo, con saldo hasta hoy de 15 muertos, más de un centenar de heridos e igual número de desaparecidos.

El Presidente boliviano también informó que el prefecto de ese departamento, Leopoldo Fernández, está detenido en virtud del estado de sitio válido por 90 días que se decretó en esa demarcación, por lo que no será liberado hasta que concluya ese lapso, de acuerdo con lo que dictan las leyes.

Es «muy grave» su caso, valoró Evo, quien relató que «hay movilizaciones en este momento pidiendo cárcel para Leopoldo Fernández. No se puede perdonar a gente que masacra al pueblo», aseveró.

No obstante, reiteró que el diálogo se mantiene abierto, y ratificó la invitación a los ocho prefectos del país para que acudan a la mesa. Según informó, las conversaciones iniciadas la víspera con el prefecto de Tarija, Mario Cossío, quien acudió en representación del autodenominado CONALDE (Consejo Nacional Democrático: un nombre que poco le va) dejaron el compromiso de devolver, de modo inmediato, las instalaciones del Estado ocupadas.

En tanto los movimientos sociales realizan guardias simbólicas frente a los enclaves de extracción y producción de gas, relató Evo.

Lamentó, además, las «acciones de terrorismo» y los atentados al patrimonio del Estado realizados en las últimas semanas por aquellas oscuras fuerzas, y calificó de «antipatria» a la derecha racista y neoliberal, «que nunca han resuelto los problemas del país, y ahora que empezamos a mejorar la economía nacional, esos señores no aceptan... Trabajamos para mejorar la situación de Bolivia, esa es la gran diferencia que tenemos.

«No apaleen al pueblo, no pateen al pueblo, sean responsables con el pueblo», exigió Morales, al tiempo que reiteró la demanda de que sean devueltas todas las instalaciones.

El Presidente boliviano también reiteró que van a asegurar las autonomías —pedido mediante el cual los prefectos separatistas han buscado, en realidad, la fractura del país—; pero autonomía «legal y para las mayorías; no para grupos y logias», advirtió.

El sur existe

Al abrir la rueda de prensa, el presidente venezolano Hugo Chávez había calificado de histórica la Cumbre, que respaldó al gobierno constitucional de Evo Morales y la conformación de sendas comisiones abiertas a todos los miembros de Unasur para acompañar el diálogo en la nación del Altiplano, y asistir y apoyar a Bolivia en función de sus requerimientos, con recursos especializados y de logística.

Tales acciones fueron consideradas por Chávez como las de mayor concreción acordadas y sin un solo disenso, puntualizó. En otros puntos, los presidentes también condenaron los actos de violencia desatados y exhortaron a respetar la institucionalidad.

Se trata, en verdad, de la primera ocasión en que una situación tan grave como la que afronta el Gobierno del MAS frente al intento de golpe —gestado desde las prefecturas separatistas de la Media Luna y donde está la mano del Imperio—, recibe el apoyo eficaz y real de sus vecinos sudamericanos, esta vez sin la injerencia de Estados Unidos y reunidos en la aún joven Unión de Naciones Sudamericanas que, así, da muestras de madurez y necesaria beligerancia.

«El Sur también existe, está empezando a existir», citó Chávez parafraseando a Mario Benedetti, al valorar la cita.

El Presidente venezolano leyó también fragmentos de una carta que le enviara Fidel, donde este reconoce el «acuerdo unánime» alcanzado en el Unasur latino, al más alto nivel, en medio de «la bulla y la palabrería hueca».

Un acuerdo que, escribió el líder cubano, «vale oro».

«Sin la lucha de ustedes no se habría producido tal éxito, cuanto más, un suave remedio post mortem», aseveró después.

Chávez exaltó también que el apoyo de Unasur a Bolivia y a Evo se haya consensuado precisamente en el Palacio de la Moneda de Santiago, donde Salvador Allende fue víctima de las mismas fuerzas que sigue moviendo el Imperio.

Entonces, todos los gobiernos de este continente guardaron silencio, menos Cuba, dijo al evocar la irrupción de la dictadura pinochetista.

Treinta y cinco años después, la joven Unasur ha demostrado que existe. Enfrentó una prueba, dijo Chávez, y «estuvo a la altura».

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