D.F.: Llevo tres años con mi novio. Fue mi primera relación sexual, me gusta cantidad y estoy enamorada de él pero nunca he llegado al orgasmo, ni siquiera sé lo que se siente. Le he preguntado a algunas amistades pero me han dicho que eso es normal cuando no se ha experimentado otra relación, pero yo quiero sentir eso con mi novio. He conversado con él sobre este asunto, pero es por gusto; no sé si el problema es mío o de él. Él no es muy cariñoso y yo lo soy demasiado. A veces me da lástima, porque se demora para que yo pueda llegar y termino fingiéndolo para que no se sienta mal. No sabe cuánto me gustaría saber qué pasa con mi cuerpo o si el problema es de mi mente, que no me concentro lo suficiente. Su familia es genial conmigo y la mía es igual con él. Para mí es muy importante saber qué me pasa. Tengo 19 años y él tiene 23.
Preguntas a tu novio y amistades, pero por más que te puedan decir o hacer por ti ignoran tu modo de disfrute erótico. Ese es particular para cada quien y solo tú podrás descubrirlo. Comienza a preguntarte por lo que te gusta o gustaría. El orgasmo es el momento clímax de satisfacción erótica. Comienza y se desarrolla con el placer. Pregúntate, fantasea, prueba, sigue tu intuición. Explora allí donde surja el deleite. No se trata de buscarlo, sino de ir descubriendo de qué forma particular gozamos de ese encuentro único con el otro y nosotros mismos.
Tu novio puede ser tu cómplice. No tienes que buscar un tercero, sentir lástima o fingir. Sería mejor tomar la relación como un proceso paulatino de descubrimiento erótico. Cada vez que finjas, sigas una rutina monótona o te pongas a pensar durante el sexo, estarás poniendo una barrera a tu sueño orgásmico.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Psicología Clínica y psicoanalista