El acto de viajar ejerce una suerte de fascinación sobre el ser humano. Su natural instinto por conocer, relacionarse, comparar, echan a volar su imaginación y lo ponen a soñar contextos insospechados, a tenor con su ideal de la felicidad o el éxito.
«Jeppesen lo hace todo», así reza la propaganda sobre una subsidiaria de la Boeing, la mayor empresa aeroespacial del mundo y probablemente la mayor contratista del Pentágono estadounidense, por tanto, una de las grandes ganadoras de la particular guerra contra el terrorismo del señor George W. Bush.
La esperanza —recuerda la sabiduría popular— es lo último que se pierde. Otros, más hilarantes, dicen que «era verde, y un chivo se la comió». No obstante, siempre es bueno advertir atisbos de mejores tiempos, y estos también asoman en el horizonte de Irlanda del Norte.
Hemos celebrado este 20 de octubre el Día de la Cultura Cubana en apego a nuestras raíces. Algo parecido sucederá el 19 de noviembre, Día de la Cultura Física y el Deporte.
Las noticias son alarmantes, pero pasan como si nada. El diario El País, de España, dedica ocho páginas de su edición del domingo a la era digital, con notas sobre la vigilancia en los aeropuertos, una larga entrevista al consejero delegado de Microsoft —sucesor de Bill Gates— que acepta tácitamente la colaboración de la compañía con los servicios de seguridad norteamericanos y un extenso reportaje sobre una red de pornografía infantil que operaba en Internet, desarticulada en España después de solicitar la intervención de agentes del FBI.
EL espabilado pregonero recurre a la tonada con gracia y especial acento: «Platanito de fruta, ¡maduración natural!» Y esta última frase la pronuncia, una y otra vez, a todo pulmón, a viva voz.
MIENTRAS los adultos cuentan, los niños son pequeños trapiches que muelen historias y las convierten, como un viejo lema de la economía cubana, en azúcar para crecer.
El epíteto de «genio grosero» se lo debe Ludwig van Beethoven a la descripción que hace de su estudio, en sus memorias, el Barón de Trémont, en 1809:
Este señor afirmó a la cadena televisiva CBS News que desde ese cargo, que ocupó hasta la formación del actual gobierno iraquí, enfrentó la pérdida de unos 1 500 millones de dólares, pero que las autoridades de Estados Unidos y de Gran Bretaña hicieron muy poco para ayudar a recuperar el dinero o detener a los sospechosos.