En la esfera deportiva existe una figura que, pese a su vital función para el mejor desenvolvimiento del juego, (casi) siempre su destino es el más inconcebible anonimato. No hay dudas de que me refiero al árbitro.
Las personas se aventuran a una travesía cinematográfica. Disfrutar una película en el cine es un viaje que nunca se emprende solo porque se torna una experiencia de emociones, sentimientos, e incluso, de significados compartidos.
De júbilo han sido, y de ternura, las jornadas iniciales de este diciembre desde ya inolvidable. Dos siglos he...
Llevo casi la totalidad de mi vida adulta viviendo en los Estados Unidos. Acababa de cumplir 19 años cuando llegué a este país y aunque soy cubano ciento por ciento por mi origen y mis costumbres, también soy norteamericano por el tiempo que aquí he vivido. Mi patria es Cuba. El país donde he vivido casi toda mi vida y de donde soy ciudadano, es Estados Unidos. Quiero a los dos países.
Estamos fritos los terrícolas con la febril transmutación de bienes y trastos desechables, efímeros como luciérnagas en el mercado. Uno ya ni llega a recordarlos ni a tomarles cariño, como sí se veneraban aquellos muebles y equipos eternos de nuestros antepasados.
Se repite la imagen. Y de tanto verla, me ha desbordado la paciencia al punto de querer desmenuzarla y compartirla con los lectores: en una arteria llamada Manglar, en La Habana, hay una parada de ómnibus; y cerca de allí, una enorme escuela donde estudian cientos de adolescentes.
Sí, estoy de acuerdo: un día despertaré y hallaré un nuevo país. Un país mejor, pero renovado por nosotros, es decir, por los revolucionarios, por los que aún creemos en los valores de la independencia y la justicia social. En los valores de un socialismo participativo, dialéctico, en constante mejoría aun en medio de hostilidades extrañas y probables errores.
Cuando las olas parecían quebrar el pequeño corcel blanco en medio del agua belicosa… ellos latían. No de miedos, no de dudas, sino de ansias.
Desde que en 1959 el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) exhibió por primera vez su siniestra catadura —el afectado fue un miembro de la etnia bantú en Leopoldville, capital del antiguo Congo Belga—, más de 30 millones de personas han muerto por su causa en todas las regiones del planeta.
Con evidentes progresos merced a los actuales adelantos científico-técnicos, el pasado 14 de noviembre se celebró el Día Mundial de la Diabetes Mellitus, esa enfermedad crónica que surge cuando el páncreas humano es incapaz de producir insulina.