Manifestantes venezolanos marcharon este sábado en Caracas para exigir la liberación de los cinco luchadores antiterroristas cubanos presos en Estados Unidos. Autor: Yander Zamora Publicado: 21/09/2017 | 04:51 pm
CARACAS.— Les acompañó un buen sol caraqueño cuando salieron por centenares de la Plaza Carabobo, llenando la Avenida México de Una rosa para los Cinco en los pulóveres rojos de las mujeres venezolanas, del placer del conocimiento en las banderas de las Misiones Educativas, de cultura dentro del corazón, de batas blancas que llevan salud Barrio Adentro, de banderas venezolanas y cubanas tan enlazadas como estaban las manos y las voces que exigieron Libertad para los Cinco.
No faltó la abuela con la nietecita en el coche, ni el amigo Jorge Regalado haciendo ondear con júbilo sus dos patrias, tampoco los solidarios de siempre durante 50 años en defensa de una Revolución que ahora marcha con la espada de Bolívar por la América Latina, y pusieron entusiasmo nuevo los que ahora crecen con igual presencia.
Juntos fueron cubanos y venezolanos hasta la Plaza de Bolívar, la misma en la que Martí dejó el polvo del camino e hizo juramento que hoy cumplen otras generaciones de igual condición humana: Deme Venezuela en qué servirle, en mí tiene a un hijo...
El motivo se multiplicaba en ese mismo instante en decenas de ciudades de este planeta, también de Venezuela: exigir la libertad de los cinco luchadores antiterroristas cubanos que desde hace 11 años sufren encierro en cárceles estadounidenses.
A Gerardo Hernández, Ramón Labañino, René González, Antonio Guerrero y Fernando González envió un mensaje de amor y de optimismo la veterana luchadora María León, ministra de la Mujer: «Le decimos al imperio que esos son nuestros hijos y los vamos a rescatar»... «Para los cinco héroes, queremos libertad», reclamó.
Destacó en sus palabras ante la multitud concentrada en la Plaza Bolívar cómo ha ido creciendo en su país la solidaridad con Cuba y con los Cinco héroes cubanos, hasta convertirse en un movimiento de masas, tal como está sucediendo en otros países del mundo, porque es el apoyo a quienes «defienden la lealtad, defienden el patriotismo y defienden a la humanidad».
Iniciadora del movimiento Una rosa para los Cinco, destacó luego en un aparte con la prensa cubana que ellos también están jugando un papel hermoso al unir a las mujeres venezolanas en su solidaridad, porque cualquier ser humano en el mundo «sabe que una madre necesita rescatar a su hijo de la cárcel y que cualquier esposa necesita reunirse con su esposo».
Precisó que «el imperio no entiende esta solidaridad, porque no le duele mandar a sus hijos a morir por el petróleo, por una causa injusta»... «No nos entiende, no pueden entendernos», recalcó, al tiempo que rechazaba la presencia estadounidense en las bases de Colombia y consideraba que «por eso la Plaza Bolívar es una Base de Paz».
«El gobierno del odio no puede entender a los gobiernos del amor, el de Fidel, el de Chávez, el de Evo, el de Correa», puntualizó antes de exigir nuevamente que «liberen a nuestros cinco muchachos, eliminen el bloqueo, devuelvan a Posada Carriles, que es el verdadero terrorista».
El calor de pueblo se hizo sentir, como ocurre desde que venezolanas y venezolanos comenzaran a integrar hace más de una década el Movimiento de Solidaridad Mutua Venezuela-Cuba, que organizó y convocó esta bella marcha que hizo «temblar» las calles de Caracas, horas antes que otro movimiento, esta vez telúrico, le acompañara a las 3:37 de la tarde, hora local, en varios estados del país, cuando ya un fuerte pero breve aguacero caía sobre la ciudad...