Jasiel tuvo uno de sus mejores partidos con el Hereda San Pablo Burgos. Autor: Tomada del sitio web del torneo Publicado: 09/03/2021 | 10:02 pm
El 11 de febrero de 2021 debe tener un sitio importante para el club Hereda San Pablo Burgos dentro de su corta historia en la Liga Endesa española, uno de los circuitos profesionales de baloncesto con mayor reputación en el mundo. Ese día significó su estreno en la prestigiosa Copa del Rey ibérica.
Aunque, viendo las cosas desde otro ángulo, la experiencia de participar por primera vez en esa competición le dejó un sabor agridulce al equipo dirigido por Joan Peñarroya. En la misma fecha del debut enfrentó en cuartos de final al Lenovo Tenerife y terminó cediendo por 76-87. El sueño copero duró lo que dura un choque de básquet.
Por eso, el elenco burgalés, desde ese enfrentamiento, le creó cierto rencor al Lenovo Tenerife y contó cada día hasta el juego de ayer, cuando le llegó la oportunidad de venganza. Ambas formaciones chocaron en la segunda fase de la Liga de Campeones del baloncesto europeo, al ser integrantes del grupo J.
En el Coliseum Burgos se vivió un verdadero ajuste de cuentas, pues las huestes de Peñarroya se quitaron la espina de la manera menos dolorosa: con la autoridad propia de quien no está dispuesto a ceder ni un dedo cuando es su honor lo que está en juego. Al final, la pizarra de 101-79 ratificó el dominio de los anfitriones durante casi todo el encuentro.
Por la parte vencedora resaltar su defensa y una artillería que supo equilibrarse, con cinco hombres logrando doble dígito, entre ellos el antillano Jasiel Rivero, autor de diez puntos, tres rebotes defensivos, una asistencia, dos robos y par de triples en tres intentos durante 11 minutos en el tabloncillo.
Tras esta victoria, el Hereda San Pablo Burgos, además de desquitarse, se colocó en la cima de su llave, con dos sonrisas. Su siguiente choque en la actual etapa de la Liga de Campeones sucederá el martes venidero, cuando rivalice ante el bosnio Igokea como visitante.
Invictos en la Liga, no en la temporada
La hegemonía del conjunto ACS U-Banca Transilvania Cluj-Napoca se ha sentido bien fuerte durante la vigente temporada de la Liga Nacional de baloncesto rumana. No había creído en ningún adversario y su invicto agregaba mayores dosis de respeto. Con el ímpetu de continuar sin tragar el polvo de la derrota comenzó su aventura por la Copa de Rumanía el pasado sábado.
Un triunfo en prórroga por 106-103 ante BC CSU Sibiu, en cuartos de final, quizá era una alerta de que este torneo sería, como menos, muy complicado para el U-Banca Transilvania. Al día siguiente, en la lucha por clasificar a la discusión del título, se encontró con un CSM CSU Oradea, quinto en la liga, que hizo lo que ninguno, destruirle el invicto, con pizarra de 81-89.
Luego de su único revés de la temporada, la escuadra del cubano Karel Guzmán se quedó con las ganas de alzar su sexta Copa, mientras el CSO Voluntari ganó el certamen este martes, con éxito de 72-65.
El escolta habanero archivó entre los dos encuentros nueve puntos, cuatro rebotes y un triple. En el juego correspondiente a la semifinal no abrió como titular y solo se mantuvo en cancha poco más de cuatro minutos, sin acciones ofensivas.