Linares, referente fundamental entre los terceros bates. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 06:21 pm
A lo largo de nuestras series nacionales, muchos jugadores se han distinguido por permanecer siempre como terceros en la alineación.
Por ejemplo, en aquellas primeras versiones fue habitual ver a Fidel Linares asumir esa responsabilidad en los equipos occidentales y pinareños, o a Felipe Sarduy en los equipos agramontinos.
También entre los emblemáticos estuvo Félix Isasi, el tercer mosquetero en aquel famoso trío de matanceros, y también colocado en ese puesto cuando integraba la selección nacional. Aunque a la luz de hoy sus números sean inferiores a otros que después llegaron a sobresalir cumpliendo la función de tercer madero, sin dudas fue en su momento un extraclase, como también lo fue Pedro Chávez, quien sin llegar a las 1 500 veces al bate aparece en la siguiente tabla en consideración a todo lo que representó para los primeros equipos de la capital cubana y también para el béisbol nacional.
Generalmente, quienes ocupan ese lugar en el line up, son los jugadores más completos dentro del equipo. Se caracterizan por combinar tacto y poder de fuego para embasarse y empujar carreras al mismo tiempo, reunir una alta capacidad física y desarrollar una notable velocidad que le permita, además de robar bases, ganar más de una con sus conexiones.
Entre quienes han llegado a brillar con estas cualidades se encuentran varios que, sin temor a equivocarnos, pueden aparecer en cualquier lista que reúna a los mejores peloteros del béisbol cubano. En esas compilaciones no pudieran faltar nombres como los de Fernando Sánchez, Omar Linares y más recientemente el de Yulieski Gourriel, o el de algunos otros que, si hubiesen permanecido en Cuba, tal vez serían dueños de varios récords.