Lisandra Lussón, autora de diez goles, fue la que más pudo anotarle a la arquera brasileña. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 04:59 pm
Anoche no hubo tiempo de mover los abanicos en la sala Kid Chocolate. Tanta gente en las gradas y el único calor que se sentía era el del juego por la medalla de oro del Campeonato Panamericano de balonmano, entre las representaciones femeninas de Brasil y Cuba. Ambos equipos llegaron invictos al último duelo. Y ambos regalaron un partidazo. Pero solo uno ganaría, y fue Brasil, 26 goles por 24.
Las auriverdes, reinas del mundo, se encomendaron, más que a su ataque (diría yo), a su portera titular, Jéssica Oliveira. Una muchacha de otra galaxia. Una auténtica muralla contra la que se estrellaron 14 de los 34 tiros hechos por las cubanas.
Si ella fue protagonista en la victoria brasileña, del otro lado, la portera anfitriona, Yeneleidys Guevara no fue menos. Las dos regalaron un recital de atajadas. Cada una en su estilo, aquella a ritmo de samba; esta, de son. Lástima que una rodilla de la cubana se resintió en el último minuto y la privó del aplauso que, de seguro, le ofrendaría la afición, satisfecha, como toda Cuba, con esta medalla de plata.
Fue un partido trepidante. La gente estuvo casi todo el tiempo de pie. «Nunca había visto la Kid Chocolate así, tan repleta», dijo, al término del duelo, el estratega cubano Lorenzo Maturel. «Gracias a todos los que nos alentaron, a los que vinieron a vernos jugar», añadió, al tiempo que elogió el desempeño de sus pupilas.
«Nos faltó efectividad a la ofensiva en los últimos minutos, la defensa central no fue todo lo hermética que hubiésemos deseado, pero las muchachas nuestras lo hicieron bien técnicamente.
Este es un adelanto de lo que debe ser la final en los Juegos Panamericanos de Toronto, en julio venidero, aunque Brasil debe ir a esa cita con un equipo más fuerte», explicó Maturel.
Esta fue la novena victoria de las sudamericanas en los 13 torneos de este tipo celebrados hasta la fecha. Para Cuba es la segunda presea de plata con una de bronce.
Por el tercer lugar, Argentina derrotó a Puerto Rico, 33-16. El todos estrella del certamen quedó conformado por la portera brasileña Jessica Olivera, extremo derecho: Glennis Reyes (Cuba), central: Eyatne Rizo (Cuba), lateral izquierdo: Jacqueline Anastasio (Brasil), extremo izquierdo: Francielle Da Rocha y pívot: Antonella Gambino (Argentina).