El técnico Lorenzo Maturell imparte instrucciones a sus alumnas. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 06:10 pm
¿Por qué Cuba sale de favorito ante Puerto Rico en el tope que ambos sostendrán hoy como parte de la semifinal del Campeonato Panamericano de balonmano femenino que concluirá mañana en La Habana?
Las estadísticas son elocuentes. Casi demoledoras. La selección anfitriona lideró invicta la fase clasificatoria, con el mejor balance de goles a favor y en contra de todo el certamen. Anotó 192 dianas y le perforaron cien veces su arco.
Las boricuas terminaron con tres victorias, un empate y un revés, en el segundo lugar del otro grupo. Anidaron 123 balones en las redes contrarias, pero recibieron 135 perforaciones.
Fue tal el despliegue ofensivo de las alumnas del técnico cubano Lorenzo Maturell, que de las seis primeras anotadoras del torneo, tres pertenecen a su nómina: la lista la encabeza Glennis Reyes (44 goles), Eyatne Rizo es la tercera (36) y Lisandra Lussón cierra el sexteto (31).
Si vamos a los números colectivos, las de la isla vecina tiraron 214 pelotas a la portería de las adversarias y anotaron 123 de ellas (57 por ciento de efectividad). Las nuestras, en cambio, dispararon más y fueron también más efectivas. De 286 balones lanzados, acertaron en 192 (67). Solo Brasil, actual monarca mundial, tuvo mejor eficiencia que las cubanas en ese aspecto, al compilar un 69 por ciento.
Específicamente, en las jugadas de contrataque, una de las mejores armas de las anfitrionas, las puertorriqueñas solo tuvieron 25 oportunidades y anotaron en 15. Las cubanas hicieron 58 goles en 76 intentos, y en esos lances influyó sobremanera la velocidad impregnada para neutralizar la reacción de las rivales.
Si vamos a la labor de las porteras, la comparación es abrumadora. Las tres arqueras locales tienen mejores números que las contendientes de hoy: Niurkis Mora ha detenido 14 balones de los 27 que le han tirado, la mejor de todas en la cita en ese apartado; Marinet Rojas, 22 de 46; y Eneleidys Guevara, también 22, pero de 59 fogonazos.
Las guardametas boricuas no han exhibido buenos reflejos en la liza: Sugely Soto solo ha parado 18 de 68 disparos y Kitza Escobar, 24 de 109.
Pero si quiere datos fríos, históricos —que también ayudan a inclinar la balanza en los juegos cruciales—, sepa que en este tipo de certámenes las anfitrionas han subido dos veces al podio: segundo lugar en 1999 y tercero en 2011. Puerto Rico no tiene aún medallas. Entonces, ¿le queda alguna duda?