El joven santiaguero Manrique Larduet, uno de los grandes artífices del regreso de la gimnasia artística cubana a la élite regional. Autor: Ricardo López Hevia Publicado: 21/09/2017 | 05:58 pm
El dominio ajeno terminó. Perteneció a Puerto Rico durante las tres últimas ediciones de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, pero ahora en Veracruz los gimnastas cubanos hicieron lo necesario para regresar a casa con el cetro regional de este deporte.
La confirmación llegó este viernes en el Polideportivo de Gimnasia, donde, a pesar de su baja estatura, Manrique Larduet se hizo gigante.
Durante la jornada final, el santiaguero de 18 años y hace pocos días campeón como máximo acumulador, conquistó el metal dorado en la final del caballo de salto. Durante el transcurso de la competencia se agenció además cuatro metales plateados en anillas, barra fija, barra paralela y ejercicios a manos libres. A tan amplia cosecha añadió una presea de bronce en el certamen por equipos, al formar, junto a Randy Lerú y Rafael Rosendy, un trío que supo «guapear» en Veracruz.
Por su parte, el elenco femenino cubano tuvo en Yesenia Ferrera, pequeñita y santiaguera también, otra estrella. La tímida adolescente de 16 años a veces es esquiva con la prensa, pero con nervios para grandes desafíos fue insuperable en el caballo de salto y en los ejercicios sobre el tapiz.
Su talento influyó mucho en la conquista del segundo puesto en el certamen colectivo para damas, y le sirvió también para ser tercera entre las máximas acumuladoras y en la final de la viga de equilibrio, mientras que su compañera de equipo Dovelis Torres hacía méritos para sumar un subtítulo en el caballo de saltos.
Así, con un joven equipo, los criollos dominaron la competencia por amplio margen. Fueron 14 las medallas conquistadas, de ellas cuatro títulos, seis preseas plateadas y cuatro de bronce. Por detrás quedaron esta vez las representaciones de Colombia (3-2-2), Venezuela (3-2-0) y Puerto Rico (2-0-4).