Aunque todavía no gana ninguna partida, el cubano Lázaro Bruzón va teniendo un buen torneo. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 05:49 pm
Hasta el momento hemos hablado de este, que anda de líder; de aquel, que triunfó; incluso de ese veterano intranquilo y carismático, ahogado en uno de los peores torneos de su vida y «pidiendo a gritos un boca a boca salvador». Pero nunca de él, de Lázaro Bruzón, quien el miércoles firmó una electrizante paridad con Wesley So. No hemos dicho casi nada, no hemos escrito —para ser justos— ninguna línea justa en esta 49 edición del Memorial Capablanca de ajedrez. Y la merece.
El juego ciencia es mucho más que partidas vencidas y torneos ganados, es, sobre todo, un legado histórico, un cúmulo de obras de arte, una especie de museo entre neuronas y, por qué no, algo de locura. Trasciende por la genialidad de cada movida, por lo entregado en cada lucha.
El tunero arribó a la principal justa de Latinoamérica con el cartel menos brillante. Sus 2682 puntos Elo lo situaban en el fondo del ordenamiento, teniendo en cuenta el coeficiente de todos los competidores y el alto promedio del certamen: 2721. Sin embargo, ha dejado lo suyo.
Marcha invicto, ha enfrentado a todos los «Cocos» de la lid, sesudos que meten miedo: Leinier Domínguez (2768), el ucraniano Vassily Ivanchuk (2753), el filipino So (2731), el español Francisco Vallejo (2700) y el húngaro Zoltan Almasi (2693), campeón defensor.
Además, el ranking en vivo lo reporta adicionando casi cuatro unidades a su acumulado. Mas, el motivo de su protagonismo en este espacio no es ese. Durante la sexta ronda del Capablanca se le plantó otra vez sin miedo a So y no creyó ni en las dos sonrisas del asiático, ni en su condición de líder del evento y muchachito talentoso, ni en su pinta de guapetón con clase.
Acontecieron 22 lances de una supuesta Defensa Grunfeld —en algún momento aquello se transformó en otra cosa y me perdí un poco— y el cubano llevaba las piezas blancas. De repente, comenzaron los intercambios sobre el tablero y nuestro muchacho, desbordando agresividad, ¡cambió su dama por tres piezas menores! Todos los expertos reunidos en el salón principal del hotel Habana Riviera abrieron los ojos como búhos desvelados y el show se puso caliente, justo en el sitio destinado a los comentarios e intercambios, allí donde se pasan y se analizan los cotejos en una pantalla gigante. Por cierto, la opción está abierta al público, así que si usted es fanático del ajedrez debería darse un saltico y echar una ojeada.
Al final, se pasó el alboroto y ambos trebejistas acordaron la paz por repetición de jugadas. Algo vieron que los simples mortales no vimos.
Si Bruzón sigue con esa sed de sangre puede sacarle un susto a otro de los favoritos. Todavía tiene chance hasta de luchar la corona, o al menos de quedar entre los tres primeros.
En el resto de los enfrentamientos descolló Vallejo, llevando figuras oscuras ante Almasi y sometiéndolo después de 60 movidas de la criticada Defensa Holandesa —a Botvínnik le iba muy bien con ella, aunque ese tipo era de otra galaxia. Ivanchuk le «raspó» un armisticio a Leinier —quien iba de negro y con el cuchillo en la mano— tras 26 pasos de una Defensa Siciliana, variante Najdorf.
Ahora Wesley amasa cuatro kilos, seguido por Leinier (3,5). Bruzón y Vallejo guardan tres, mientras Almasi archiva 2,5. Ivanchuk sigue en el sótano, con dos rayitas.
Hoy toparán Ivanchuk-Bruzón, Leinier-Almasi y Vallejo-So.
Partida Bruzón-So
1. c4 Cf6 2. Cf3 g6 3. Cc3 d5 4. Da4+ Ad7 5. Db3 dxc4 6. Dxc4 Ag7 7. e4 a6 8. e5 Ae6 9. exf6 Axc4 10. fxg7 Tg8 11. Axc4 Cc6 12. O-O g5 13. Ad5 g4 14. Axc6+ bxc6 15. Ce5 Txg7 16. d4 Dxd4 17. Te1 Dd6 18. Af4 f6 19. Ce4 Dd5 20. Cc3 Dd6 21. Ce4 Dd5 22. Cc3 Dd6 (1/2-1/2)