Las entradas al agua de Guerra y Aguirre resultaron «mal vistas» por los encargados de impartir justicia. Autor: Ricardo López Hevia Publicado: 21/09/2017 | 05:26 pm
Una Serie Mundial que estrenará formato de seis fases será prioridad competitiva para el clavado cubano durante el próximo año, y en ella el estelar José Antonio Guerra solo intervendrá en eventos sincronizados.
La parada china de Beijing marcará la arrancada de una cita que cumplirá su sexto año como punto de encuentro para lo más selecto del planeta, esta vez seleccionado por los desempeños en los Juegos Olímpicos de Londres.
Las acciones en la urbe asiática transcurrirán entre el 15 y el 17 de marzo, para de ahí trasladarse a Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos, del 21 al 23 de ese propio mes.
Del 19 al 21 de abril los saltos serán en Edimburgo, Reino Unido, antesala del segmento reservado a la rusa Moscú, que marcará el cierre del periplo europeo entre el 26 y el 28 del cuarto mes del año.
Después, México acogerá las dos etapas finales, que según los organizadores están pactadas del 17 al 19 y entre el 24 y 26 de mayo, aunque todavía no se definieron las ciudades sedes.
En esas confrontaciones Cuba debe estar representada por Guerra y Jeinkler Aguirre, quienes ganaron ese derecho por haber terminado en el quinto lugar en la plataforma sincronizada en los pasados Juegos Olímpicos de Londres. Ese mismo mérito también fue disfrutado por el primero de ellos en la modalidad individual.
Pero Guerra, subcampeón en el Mundial de 2005, ya no competirá en solitario, y como contrapartida añadirá la prueba sincronizada desde el trampolín de tres metros como pareja de Jorge Luis Pupo.
«No voy a extrañar la competencia individual, aunque tal vez la emoción de verla desde afuera me resulte rara al principio», aceptó el destacado clavadista.
Enfocarse en los eventos de parejas es meta bien pensada por él y su entrenador, y pudiera alargarle la vida deportiva, sobre todo después de un período 2011-2012 marcado por lesiones que no siempre le permitieron cumplir lo planificado.
Ahora el santiaguero otorgará prioridad a la definitiva inclusión en su programa del salto desde la plataforma sincronizada de cuatro y media vueltas al frente, en posición B, valorado con 3,7 grados de dificultad.
«Ya logramos montarlo antes, pero no lo practicamos lo suficiente para competir con él, y por eso preferimos ir a Londres con un programa menos fuerte, pero mejor conocido», comentó Guerra en el habanero complejo de piscinas Baraguá.
«El nivel ha subido muchísimo y tendremos que trabajar más para lograr estabilidad en las ejecuciones. Lo importante será entrenarlo bien», agregó.
Por lo pronto ya está marcado el ambicioso camino para un año sin juegos multidisciplinarios pero llamado a sumar otros momentos de nivel como series del Grand Prix y el certamen del orbe en Barcelona, España, a finales de julio.