Almenares (izquierda) cuestionó la actuación de los árbitros durante el Campeonato Panamericano. Autor: Cortesía del entrevistado Publicado: 21/09/2017 | 05:10 pm
El protector de pectorales, popularmente conocido como peto, está muy cerca de compartir protagonismo con el karategi (kimono) en las futuras competencias oficiales de karate.
La noticia trascendió durante la recién concluida cita continental de este deporte celebrado en la ciudad de Guadalajara, y que ofreció cupos para el torneo de los venideros Juegos Panamericanos que en octubre tendrán por sede a esa urbe mexicana.
Allí la representación cubana concretó una excelente actuación conquistando dos títulos y tres preseas bronceadas, y clasificando directamente a cuatro karatecas.
Para conocer detalles de lo sucedido en este certamen JR conversó con el máster Francisco Almenares García, entrenador principal de la selección cubana de karate.
—¿Qué otros cambios o modificaciones al reglamento apreciaste?
—Está previsto que el peto aparezca en los futuros eventos internacionales, y quizá para los Panamericanos de Guadalajara se exija su uso. También se estudian cambios para los combates de la categoría Open (libre). En este sentido se ensayó recientemente en un torneo celebrado en la ciudad estadounidense de Las Vegas la fórmula de no parar esos combates, y los árbitros solo intercedieron para «cantar» las faltas. Así, los puntos marcados se iban acumulando.
«En la competencia celebrada ahora en México se fue más estricto con las simulaciones. Por fingir una lesión el atleta puede ser expulsado de la competencia. Si exagera la lesión, el árbitro tiene la autoridad de otorgarle un punto al contrario sin un llamado de atención previo».
—En sus pronósticos estaban como posibles clasificados Yaneya Gutiérrez (+ 68 kg) y Jander Tiril (+84 Kg). ¿Qué errores o factores influyeron para que quedasen sin boleto?
—Les falló el factor psicológico. Los test realizados lo corroboraron. Ellos estaban muy bien preparados, pero se los «tragó» la presión, abrieron la competencia y tenían la responsabilidad de «halar» al equipo.
—¿Qué caracterizó este Campeonato?
—El contraste entre la presión de algunos por clasificar y el poco interés de los ya clasificados. El anterior, celebrado en Quito, Ecuador, me pareció más fuerte y competitivo. Solo la brasilera Valeria Kumizaki (55 kg) y la venezolana Daniela Suárez (61 kg) repitieron el título.
—¿Cuáles fueron las técnicas más empleadas y mejor «premiadas»?
—Las técnicas de mano, fundamentalmente el gyaku tsuki (golpe recto).
—Por cierto, ¿cómo estuvo el arbitraje?
—Pésimo, por lo parcial. Como ejemplo te pongo el match por equipos Cuba-Estados Unidos en el masculino, donde fuimos «derrotados». Muchos entrenadores nos comentaron que «era lo más bochornoso que habían visto en su vida». El árbitro principal (sushin), cuando algún juez marcaba para el cubano, sencillamente no paraba el combate y cuando el veía punto del norteamericano, aunque no le sacaran banderas, daba el punto. Eso es una de las cuestiones a resolver en el arbitraje: el gran poder que tiene un solo individuo. En el panamericano anterior Cuba venció al equipo estadounidense, pero dos años seguidos no se podía permitir. No obstante, el arbitraje es una variable que no podemos resolver y solo nos queda entrenar para ser más convincentes.
—¿Cómo fue recibida la delegación cubana?
Muy bien, me sorprendió el cariño de la gente en todos lados, su apoyo. Los deseos de éxitos en la calle y en el evento. Incluso el apoyo de técnicos de otros países.