Los trabajadores del aeropuerto de Manchester, Inglaterra, no salen del asombro desde que supieron que un niño de 11 años logró burlar los controles de seguridad y tomar un avión que lo llevó hasta Roma, sin disponer de pasaje ni documentación.
No fue hasta la mitad del vuelo que unos pasajeros se percataron que el pequeño Liam Corcoran viajaba solo. Al llegar a Roma, el niño tuvo que quedarse dentro de la aeronave hasta ser devuelto a Manchester, donde lo esperaba su madre.
Su travesura le costó el puesto de trabajo a varios empleados aeroportuarios mientras se investiga el incidente.