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Ilse Bulit: humor, periodismo y vida

Nuestra amiga de hoy, Ilse Bulit Peña, desmiente con creces toda idea adversa sobre la mujer y el humor, porque ella es risa y alegría en sí misma; y lo más importante: lo ha convertido en un modo muy serio y profesional de vida a pesar de las adversidades

Autor:

JAPE

No es casualidad que hoy, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, nuestra página de Los regañones traiga como invitada especial a una reconocida periodista y humorista.

Con mucho pesar admito que ya se ha hecho un camino trillado el decir que son pocas las mujeres que en Cuba transitan por el humor a la hora de realizar su obra. Puedo asegurar que no es del todo real esta afirmación; pero no entraremos en ese debate por el momento. Centrémonos en contradecir a quienes exponen esta idea con solo mencionar un nombre.

Nuestra amiga de hoy, Ilse Bulit Peña, desmiente con creces toda idea adversa sobre la mujer y el humor, porque ella es risa y alegría en sí misma; y lo más importante: lo ha convertido en un modo muy serio y profesional de vida a pesar de las adversidades.

La conocí, llena de entusiasmo y muy agradecida, una tarde en la redacción de JR, donde está anclado el dedeté, cuando celebrábamos el 40mo. aniversario de nuestra publicación. Una hermosa actividad en la que confluían muchos fundadores, amigos y colaboradores del reconocido suplemento humorístico. Miles de anécdotas fluyeron en aquel encuentro que aún recuerdo con inmenso regocijo.

Esa tarde conocí personalmente a quien ya tenía un amplio recorrido por la prensa y la radio nacional con interesantes artículos que avalaban el trabajo de una inmensa comunicadora, en todo el amplio sentido de la palabra.

Mucho se habla y se conoce de Ilse Bulit, sobre su inolvidable paso por la revista Bohemia y su encomiable labor como asesora general en la emisora Habana Radio, pero nadie comenta sobre sus años de trabajo en dedeté, del cual fue fundadora, y su anterior presencia en La Chicharra, suplemento que antecedió al nuestro.

Solo el reconocido diseñador y ceramista Wilfredo Torres, quien fuera por 20 años el director artístico del dedeté, la nombra en reciente entrevista cuando recuerda el «superequipo» que encontró a su llegada en 1970:

«En aquella época, el ddt estaba conformado por Virgilio Martínez, Agustín Urra, y los caricaturistas Juan Padrón, César Janer, Tomy, Manuel, Carlucho, una colorista, dos redactores: Ilse Bulit y José Raúl Capote; y yo, como realizador».

En reciente conversación, me aseguró que también colaboró con Melaíto, el suplemento villaclareño de humor gráfico, y con una revista camagüeyana, que lamentablemente no recuerda el nombre, durante la Zafra del 70.

Para los que gustan de más datos les diré que Ilse Bulit nació en La Habana, en 1941, y su primer oficio fue de secretaria comercial, contadora. Luego se decidió por el periodismo porque según ella recuerda, en diversas entrevistas, desde los nueve años tenía la vocación por esta profesión bien definida gracias a su abuela que la enseñó a leer a los cuatro años; y a los nueve, ambas disfrutaban juntas la lectura de la sección En Cuba, de Bohemia, la cual comentaban posteriormente.

Ilse es catalogada por muchos como un ejemplo de fortaleza, sentido de la vida y de la profesión. En 1992, en pleno período especial, es víctima de una ceguera que le imposibilita continuar su trabajo momentáneamente. Con el tiempo, su fe, y su infinita voluntad, asume un reto gracias a la ayuda de un gran equipo de amigos y profesionales de la emisora que dirigía el inolvidable Eusebio Leal. Ilse regresó con grandes triunfos a lo que siempre fue su sueño. Sobre su estancia, que aún conserva en esta emisora, ha dicho:

«En la condición mía de invidente —me quedé ciega a los 52 años—, pertenecer a esa familia es nuevamente estar al lado de la cultura, al lado de los jóvenes, entregarles lo que yo sé y aprender continuamente. Habana Radio me hizo conocer la computación, me hizo estar en contacto con el mundo nuevamente, como cuando era periodista. Gracias a ellos puedo seguir sintiéndome una persona del mundo de la cultura».

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