Javier Infante en Compañía de Clown. Foto: Cortesía de Corpus In Vitro Autor: Cortesía de la fuente Publicado: 13/03/2019 | 09:45 pm
Corpus In Vitro es la compañía de mimos corporales dramáticos contemporáneos, que dirige el maestro Javier Infante. Con motivo de su segundo aniversario reestrena el unipersonal Compañía de Clown. Esta agrupación hereda la técnica de Etienne Decroux, llegada a Cuba por uno de sus discípulos, Pierre Chaussat, en los años 60 del pasado siglo.
El arte de la pantomima es milenario, pero en la Isla aparece desde del siglo XIX cuando en el Teatro Tacón, hoy Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, se presentaban las compañías más ilustres de Europa. Por otro lado, hay que destacar que el teatro bufo realizó imitaciones agudas de los temas históricos más apremiantes de la época por medio de la pantomima. Sobresale Arquímedes Pous con el popular personaje del Negrito, que representó un mimo y rumbero excepcionales. Luego surgieron figuras como Olga Flora y Ramón Díaz, quienes han constituido hitos esenciales de este arte en el país.
Ellos en 1968 debutaron con el espectáculo Mimo ritmo, en la antigua Sala Arlequín y a mediados de la década de los 70 fundaron el Teatro de Pantomima de Cuba y estrenaron excelentes espectáculos como Hamlet, de William Shakespeare, y el mimo-drama El cimarrón, una adaptación de la novela testimonio Biografía de un cimarrón del poeta, narrador y etnólogo Miguel Barnet. Ya en los 80 surgieron otras agrupaciones como Mimo-Cuba, que se conoció después como Mimo-Teatro; Mimo Clan, Yagruma y Teatro del Cuerpo Fusión. El mimo Javier Infante proviene de esta última y ha sido alumno de Elsa Hernández, Julio Capote, Martiza Acosta y del maestro Marcos Malavia, discípulo directo de la escuela de Marcel Marceau (1898-1991).
Corpus In Vitro tiene como objetivo la práctica del mimo corporal dramático. De ahí que emplea en el movimiento físico la pausa, la vacilación, el peso, la resistencia y la sorpresa, que son principios esenciales en la concepción del drama. Estas constantes se aprecian en la mayoría de las piezas representadas por la novel agrupación en el panorama teatral de La Habana. Significamos las puestas en escena Valses del brillador, ¡Yaaa!, Sorpresa de un mago y Compañía de Clown, obras donde representan lo invisible, las emociones, las tendencias, las dudas y el pensamiento, siempre conjugado con el universo de la realidad.
Compañía de Clown se recibe como un espectáculo original de gran colorido, donde un mimo se convierte en clown, recrea historias y juegos escénicos de sugerente ingenuidad. Se caracteriza por su interrelación con el público que en determinados momentos pasa a ocupar un papel protagónico y hace que los niños se conviertan en personajes. Durante la puesta son traídos a la escena diversos elementos de nuestra cubanía, contribuyendo así a una relación ingeniosa personaje-auditorio.
El unipersonal se caracteriza por la utilización de la música en vivo, las sombras chinescas, las técnicas de pantomima blanca, la incorporación y la técnica de movimientos complementarios que nos ofrece un mimo lleno de fuerza y armonía. Los personajes Rojo, Blanco y Azul representan los colores de la bandera cubana, meritorio trabajo que realiza Corpus In Vitro con los símbolos patrios. Se observa un alto nivel de poesía física en la propuesta, en la que se diversifican las posibilidades del artista y lo dotan de libertad y claridad en la materialización de su imaginario.
El mimo Javier Infante, quien también dirige la puesta en escena, logra un unipersonal enfático, entretenido y versátil. Hay un estilo auténtico en su pantomima que alcanza ese lenguaje universal sin necesidad de las palabras; además adquiere un estado de autonomía que multiplica sus posibilidades físicas e imaginativas propias de su entrenamiento y la aprehensión de una técnica sólida que lo lleva a un acercamiento íntimo a la dramaturgia. Resaltan en la visualidad de la pieza, la utilización de los colores clásicos del mimo: el negro, el blanco, el rojo y sus combinaciones. El diseño de vestuario y el maquillaje a cargo de Julio César Blanco, contribuyen a la plasticidad del espectáculo.
El ritmo en Compañía de Clown, la extraordinaria ejecución de los personajes y los temas escogidos atraen la atención de niños y adultos, al tiempo que transmite una positiva carga de valores humanos.
Es importante destacar que en el reciente balance de trabajo de la Sección de Pantomima de la Asociación de Artistas Escénicos de la Uneac, como parte del proceso del IX Congreso, se alegó que existe un peligro sobre el futuro de esta especialidad en nuestro país, debido al éxodo de profesionales a otros sectores y a la ausencia de academias para la formación.
No obstante, vale subrayar que encontramos espectáculos muy completos, creativos y de una calidad extraordinaria realizados por jóvenes como Javier Infante, que más allá de mostrar los niveles de abstracción y estilización en una acción teatral, logra emocionar y hacernos transitar por un mundo, con obstáculos, pero donde la espiritualidad es la cuestión principal en el ser humano.
El público infantil tiene la posibilidad de disfrutar esta obra todos los sábados y domingos del mes de marzo, a las 11:30 a.m., en el teatro del centro cultural Enguayabera, en la Zona 10 de Alamar, municipio de Habana del Este, en la capital.