Danza que premia Autor: ACN Publicado: 04/10/2017 | 09:02 pm
HOLGUÍN.— Aunque los números no siempre den la medida del progreso —y menos en el arte—, que los organizadores de la cuarta edición del Concurso de Danza del Atlántico Norte Codanza y Grand Prix Vladimir Malakhov, hayan logrado la mayor participación de su historia, con más de cien bailarines en competencia y la actuación de 12 compañías, además de prestigiosos artistas invitados, da la medida de que, necesariamente, el certamen va en pos de su superación.
Desarrollado en la cabecera provincial, entre el 24 y el 30 de septiembre, el evento estuvo dedicado a los aniversarios 50 del Ballet de Camagüey, a los 30 de Danza Espiral (Matanzas) y a los 25 de Codanza (Holguín).
Como ya es habitual, el público holguinero se mantuvo atento a la ejecución de algunas figuras y compañías que han marcado pautas en ediciones anteriores, tanto por la estética que defienden como por los temas que abordan. Es el caso de Médula (Guantánamo), la cual sedujo con la representación escénica de una denuncia o un grito de alerta ante realidades como la violencia de género y las relaciones más dramáticas entre los seres humanos. No es de extrañar entonces que su director, el joven bailarín y coreógrafo, Yoel González, volviese a casa con el Grand Prix de Coreografía Codanza y tuviese mucho que ver con el Prix Vladimir Malakhov de Interpretación, obtenido por la bailarina Aracelis Robaina, de su agrupación; premio compartido con Laura Benítez, de la compañía salvadoreña Efece Danza Contemporánea.
Codanza, la compañía anfitriona, resultó la más laureada, tras alcanzar los Grand Prix Vladimir Malakhov a Mejor puesta en escena y de Interpretación, por la ejecución del bailarín Leonardo Domínguez. Además, mereció los premios colaterales de Artex por la pieza Trailer, del coreógrafo Jorge Cedeño, y de la AHS, por la interpretación de Lianet Díaz en Imago, obra de Vianky González.
En esta ocasión prestigiaron la toma de decisiones el internacionalmente reconocido bailarín ucraniano Vladimir Malakhov, Regina Balaguer, directora del Ballet de Camagüey, y Maricarmen Rodríguez, bailarina y maestra de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea de República Dominicana, quien manifestó sentirse sorprendida por los temas tan «contundentes» representados por los artistas.
Así se demostró con el otorgamiento del Prix de Coreografía Codanza a la villaclareña Danza del Alma, compañía que recibió, además, el Prix Vladimir Malakhov en el acápite de Mejor puesta en escena.
Una de las insatisfacciones de años anteriores consistía en la poca participación de artistas y agrupaciones nacionales. Este año fue diferente, y la calidad y elegancia de su representación hizo que el Premio del Público fuese a las manos de Irene Rodríguez, cuya compañía defendió la obra El Mito, en uno de los momentos más emotivos y ovacionados del concurso.
No obstante, aún quedan detalles perfectibles que deberán resolverse para encuentros posteriores, como el resaltado por la directora del Ballet de Camagüey y con el cual coincidieron no pocos maestros: «Los bailarines jóvenes llegan muy preocupados por la competencia, pero deben entender que los talleres son una oportunidad de aprendizaje, de oír temas que no conocen. A los participantes les falta el deseo de nutrirse de los que tienen un poco más de experiencia. En eso, deben influir mucho los directores de sus compañías».
Esta cuarta edición nos deja la ilusión de que, durante una semana, Holguín se convierte, más que en la pretensiosa idea de capital de la danza en Cuba, en un sitio donde concurren artistas con la posibilidad excepcional de compartir las maneras en que se concibe esta forma de expresión artística y estética, allende las fronteras de los escenarios donde habitualmente se desempeñan.