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El Código trata de ser un retrato de la sociedad cubana

Un intercambio diáfano se desarrolló en el Seminario Evangélico de Teología en Matanzas entre el Sínodo de la Iglesia Presbiteriana Reformada en Cuba y autoridades del Ministerio de Justicia

Autor:

Hugo García

MATANZAS.— «El proceso de análisis del Código de las Familias marcha bien en el país y será muy positivo para nuestro pueblo, porque es irrenunciable y necesario en ese camino de construir una ley o código justo, de calidad, que tenga en cuenta la opinión de las personas», dijo Oscar Manuel Silvera Martínez, ministro de Justicia.

Tales valoraciones las ofreció el titular tras concluir en el Seminario Evangélico de Teología en Matanzas un encuentro del Sínodo de la Iglesia Presbiteriana Reformada en Cuba con autoridades del Ministerio de Justicia, en el que se dialogó sobre el proyecto de Código de las Familias y su enriquecimiento mediante consulta popular.

«Es un código que no impone modelos. Sí reconoce los que existen, no excluye. Que suma, no altera, sino que salvaguarda los valores de la familia en las formas y configuraciones que existen», sostuvo el máster en Ciencias jurídicas.

Este código trata de ser un retrato de la sociedad cubana y de toda esa diversidad que tenemos en nuestros espacios comunitarios, manteniendo los principios de igualdad y no discriminación en un país que tiene como propósito fundamental ser una nación de todos y para el bien de todos; que incorpora y defiende la dignidad humana y el respeto a las personas, recalcó el ministro.

A todas esas variantes de familia hay que darle protección jurídica, y hacerlo desde una forma abierta, valorativa, que respete las opiniones y la voluntad de los que las integren, para lograr la solución armónica de los conflictos, para que nos una y no nos separe, reflexionó Silvera Martínez.

El ministro reiteró que este es un ejercicio legislativo intenso y necesario que avanza bien, con buena participación, intercambio, aportes… y en general se aprecia que los muchos juristas implicados y las autoridades electorales también se han preparado para explicarlo de una forma directa, coherente y precisa.

Opinó que el pueblo cubano en general reconoce el aporte del Código de las Familias, la calidad con que se han definido esas instituciones jurídicas, y añadió que la consulta popular dará mayores fundamentos para modificar, perfeccionar e incluir aspectos que entre todos se consideren.

«Es un código de todos los derechos, de todas las familias, de todas las personas y construido por todos. Eso es esencial en nuestra forma genuina de aplicar, ejercer y respetar los principios democráticos. Nuestra democracia participativa y socialista se manifiesta y engrandece en el ejercicio legislativo que realiza el país», manifestó.

En el intercambio se hicieron varias preguntas sobre cómo el código acoge las convenciones internacionales que nuestro país ha firmado o forma parte, y se interesaron por el orden de los apellidos que propone el código.

Por qué esta ley se sometía a consulta popular y otras no, fue otra interrogante del encuentro con pastoras y pastores, a lo que el Ministro respondió que eso tiene que ver con las esencias humanistas, educativas, rupturistas y de futuro que entraña el Código en sí mismo.

Aclaró que desde el proceso de consulta especializada se incluyó el intercambio y el diálogo con representantes de denominaciones religiosas, y desde ese momento se generó la idea de asistir al Seminario de Evangélico de Teología de Matanzas.

«Beneficia a todos por su alcance humanista, da mucha protección jurídica a las diversas situaciones que hoy existen en el entorno familiar en la sociedad cubana, y ese es el deber más importante que tenemos como país, de brindar esa protección sin fórmulas rígidas, con muchas variables, con la idea de que prime la voluntariedad de las personas que integran la familia en materia de régimen económico, y de protección de niñas, niños y adolescentes y de las personas en situaciones de vulnerabilidad», refirió.

El titular de Justicia subrayó que hay un grupo de opiniones que hay que atender, algunas con una lectura parcial del contenido de algunos artículos: «Por eso insistimos en que se estudie el Código, que se razone e intercambie en los entornos familiares y comunitario, en los centros de trabajo, en la búsqueda de criterios que animan y presiden los objetivos de la ley».

«Este encuentro estuvo basado en el intercambio de argumentos, opiniones y referencias sobre el contenido del proyecto. En un ambiente de mucho respeto y cariño recibimos un grupo de opiniones e ideas, y prevaleció el agradecimiento de los lideres religiosos de haber venido a informarles e intercambiar con ellos», concluyó.

En el encuentro participaron Caridad Diego Bello, jefa de la Oficina de Atención a Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; la Doctora Yamila González Ferrer, Profesora Titular de la asignatura de Derecho de Familia en la Universidad de La Habana, y el Reverendo Doctor Carlos Emilio Ham Stanard, Rector del Semanario Evangélico de Teología de Matanzas.

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