SANTIAGO DE CUBA.— Toda la radio joven de Cuba, esa, que más allá de la edad, es aliento intrépido y sonido de continuidad, puede sintonizarse desde este miércoles y hasta el próximo domingo en esta oriental ciudad, donde ya late la 29. edición del Taller y Concurso Nacional de la Radio Joven Antonio Lloga In Memoriam.
Radialistas de Villa Clara, Holguín, Las Tunas, Sancti Spíritus, La Habana, Guantánamo y Santiago de Cuba respondieron a la convocatoria de este —uno de los eventos de más larga data auspiciado por la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en el país—, el que en esta ocasión pone su mirada en la realización de los programas infantiles.
¿Cuál es hoy la salud de la programación para niños existente en el país? ¿Hasta dónde su realización es cosa de jóvenes? Estas y otras interrogantes motivan el intercambio teórico de la presente edición del Lloga, partiendo de hechos tan concretos como que de las 28 obras presentadas a concurso este año, solo cinco pertenecen a ese género.
Gustavo Lloga, hijo del destacado realizador, dijo que esta dedicatoria, largamente esperada, es también una exhortación a los nuevos a beber el legado de Antonio Lloga Simón, quien en 1968 creó, en la emisora CMKC, el noticiero Siempre listos, el primero hecho por y para los niños del país y fue formador de realizadores dedicados al género.
La utilización de formatos como el Talk Show en la radio cubana hecha por personas no videntes, presentado por el realizador Hairo Pacheco Crespo, participante asiduo del evento, y la radionovela, ¿un género para noveles o consagrados?, son temas que igualmente promueven la reflexión entre los asistentes a la cita.
Las tradicionales radio escuchas, un taller de experimentación radial, actividades con niños en el seminternado Manuel Ascunce Domenech; además de conciertos, presentaciones teatrales y la inauguración de exposiciones de artes plásticas, muestra del talento de la vanguardia artística santiaguera, completan el programa.
Como momentos especiales antes de que en la tarde noche del sábado 21 sean entregados los habituales premios, se dibujan los homenajes a Antonio Lloga, en la necrópolis local, y al entrañable realizador y director de programas santiaguero Salvador Virgilí Suñol —recientemente fallecido—, cuyo aporte a este evento, ya como participante o presidente del jurado en las últimas ediciones, deja una honda huella entre los noveles radialistas cubanos.