UJC Autor: Rodolfo Blanco Cué Publicado: 04/04/2019 | 12:13 am
¿Cuántas veces hemos escuchado «no tienes la madurez suficiente», «eres muy joven todavía», «este no es el momento»?
Llegamos a lo que somos hoy como sociedad porque hubo quienes entendieron que sí era su momento. Somos herederos de una tradición revolucionaria y de un Partido Comunista, resultado de esa historia de esfuerzos, talento, valor y sacrificios de miles de cubanas y cubanos.
En el pensamiento y la acción de Martí y Fidel, en sus ideales de justicia social, de internacionalismo y de respeto a la dignidad del ser humano está la urgencia del ahora. Mella, Camilo y el Che también asumieron el reto del hoy.
Los jóvenes hemos sido parte de ese camino. Aportamos en cada momento nuestros sueños y los valores de nuestra generación. El país en que vivimos también es resultado de nosotros: de nuestros empeños, de nuestra inteligencia, de nuestra voluntad, de la fuerza con que vivimos y asumimos lo cotidiano.
Cuba exhibe con orgullo logros extraordinarios para cualquier país del Tercer Mundo, a pesar de décadas de agresividad imperialista. Nuestros enemigos, en la guerra cultural e ideológica que nos hacen, apuestan por la desunión y el individualismo. Sueñan con vernos de rodillas y que olvidemos nuestra historia.
Ser joven hoy en Cuba, implica enfrentar ese desafío.
La sociedad cubana se ha transformado. Cuatro años han pasado desde nuestro último congreso. Afrontamos nuevos retos, y lidiamos con ellos desde la diversidad que nos caracteriza, y sobre todo desde lo que nos une.
Hoy, 4 de abril de 2019, invitamos a todos los jóvenes cubanos, militantes y no militantes de la Unión de Jóvenes Comunistas, a participar en nuestro 11no. Congreso. Durante un año, vamos a debatir y proponer soluciones para proyectar nuestro futuro como país; y comenzar a concretarlo desde hoy.
Queremos hacer un Congreso transformador, que nos involucre a todos, que se parezca a nosotros: activo, cuestionador, divertido, responsable, consecuente con el país; comunista.
Juntos, desde el comité de base, el destacamento, el grupo o la brigada; en la fábrica, el campo o la escuela; la facultad o la cafetería; el hospital o el centro de investigación; el contingente, la casa o la brigada artística; en la defensa o la cooperativa; estamos unidos en los movimientos juveniles. Convirtamos cada rincón de Cuba en una zona joven.
La batalla económica para lograr la prosperidad socialista que deseamos no es obra de unos pocos. Necesita de ti, de tu alegría, de tu capacidad para enfrentar desafíos, de tu creatividad. No te conformes con ser un simple espectador, tú eres necesario, tú eres el presente. Tu futuro, hoy.