Haydée a las 48 horas de ser operada. Autor: Pacheco Publicado: 21/09/2017 | 05:04 pm
Haydée Ojeda Tejera, salvada de la muerte hace 42 años mediante una intervención quirúrgica «a cielo abierto», en la que le corrigieron un defecto congénito del corazón incompatible con la vida (operación televisada a toda Cuba el 20 de junio de 1968), goza de buena salud y cumplirá pasado mañana 70 años de edad.
De Cumanayagua, Cienfuegos, donde nació el 4 de diciembre de 1940, reside actualmente en el barrio de Calabazar, en el municipio capitalino de Boyeros, aunque al ser intervenida residía en Santiago de las Vegas con su esposo Roberto Puerto Rodríguez, donde ambos laboraban en La Taberna de la Calle 8.
Vino al mundo con un orificio en la parte alta del tabique interauricular, que desde los cinco años le provocó los primeros síntomas que a partir de los 20 se le agudizaron. Tres meses antes de ser operada en el Hospital Militar Doctor Luis Díaz Soto (Naval), apenas caminaba una cuadra y tenía que pararse a tomar aire, porque se ahogaba.
Fue operada por un equipo multidisciplinario, encabezado por el cirujano cardiovascular y hoy famoso transplantólogo cubano Noel González Jiménez, artífice después de los transplantes cardíacos en el Hospital Hermanos Ameijeiras, en Ciudad de La Habana.
Más de 700 operaciones cardiovasculares de esa envergadura, con el empleo de la máquina corazón-pulmón, se habían hecho en Cuba desde 1962 hasta 1968 por ese equipo de especialistas del Naval, entonces adscrito al Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular. Durante el estudio, Haydée estuvo ingresada en el Hospital Comandante Manuel Fajardo.
El complejo acto quirúrgico, transmitido en vivo y en directo por el Canal 6 de la Televisión, fue explicado en todos sus detalles por el doctor Humberto Saínz, hoy competente anestesiólogo. Operaciones como esa son un ejemplo de la profesionalidad y humanismo de la ciencia médica revolucionaria cubana a destacar en el Día de la Medicina Latinoamericana.
Entre los médicos participantes estaban, además, Julio Taín Blázquez, Felipe Rodiles, Manuel Jacas, José Arango y otros especialistas, técnicos y enfermeras de experiencia.
Tres cámaras tomaron la complicada cirugía: una dentro de la lámpara que iluminaba a la paciente, una segunda en el pasillo y la tercera en la cabina de control de la televisión.
En el circuito cerrado de televisión del Naval, la operación fue seguida por muchos médicos, estudiantes y familiares de Haydée, entre ellos sus padres José Ojeda Valladar (ya fallecido) y Caridad Tejera Castillo, quien todavía vive en Cumanayagua y tiene 94 lúcidos años.