El 95 Congreso Universal de Esperanto, que sesiona desde el 17 y hasta al 24 de julio en el capitalino Palacio de las Convenciones, dedicó la jornada de este lunes a la educación vinculada al referido idioma.
Conferencias magistrales sobre la manera en que el esperanto debe abrirse al mundo y viceversa cubrieron el programa de este día, que contó con la exposición de Humprey Tdakyn, uno de los delegados de más experiencia en la labor de extender esta lengua en aras de convertirla en instrumento de intercambio entre las personas.
Al referirse a la labor de la Organización de Naciones Unidas, específicamente al papel de la UNESCO como supervisora de la calidad y las garantías de la educación de los países, Tdakyn consideró que los funcionarios que deben tomarle el pulso a la vitalidad del movimiento esperantista del mundo no se enteran de los sucesos que le dan vida a la lengua fundada a finales de 1880 por el médico oftalmólogo Luis Lázaro Zamanhof, un polaco nacido en una zona ocupada por el imperio ruso en aquel entonces.
En las conferencias del encuentro late el llamado a consolidar esta lengua, que no pretende enfrentarse a otras, sino tender puentes idiomáticos entre los seres humanos al contener códigos de muchos idiomas.
Los congresos universales de esperanto se celebran cada año desde 1905. Se procura que sus sedes sean en diversas latitudes del planeta. Es la segunda vez que Cuba se viste de anfitriona. Más de 1 300 delegados de 60 naciones hoy la visitan con el objetivo declarado de promover la paz, y contribuir a derribar las hegemonías lingüísticas y culturales.