Los que soñamos por la oreja
Como parte de un evento organizado por la Embajada de Canadá en Cuba para celebrar los 70 años de relaciones ininterrumpidas entre nuestros dos países, este viernes 26 de junio, a las 8:00 p.m., en la Plaza Vieja del Centro Histórico de La Habana, se ofrecerá un concierto gratuito con la participación de artistas cubanos y canadienses. Por los visitantes se presentará la agrupación Sam Roberts Band, considerado por muchos como uno de los grupos de mayor importancia en la escena alternativa de la nación norteña.
Nominada 13 veces a los premios Juno (equivalente en Canadá al Grammy estadounidense) y ganadora en seis ocasiones desde 2003, el debut fonográfico de la banda, el CD titulado The inhuman condition, ha pasado a la historia de la música canadiense como el disco independiente con mejores ventas en aquel país. Y es que aunque han transcurrido años desde su publicación, cuando uno vuelve a oír el puñado de canciones recogidas en dicho álbum, todavía se sorprende ante la frescura y actualidad que transmiten cortes como Don’t walk away eileen, Where have all the good people gone, When everything was alright, My love is freeing, This is how I live o Brother down, mi favorita de toda la grabación en virtud de su melodía y ritmo, donde incluso se echa mano a cierto toque latino a partir de la utilización de las congas.
Es interesante acotar que si bien en los distintos discos editados por este ensamble se percibe que se trata de una propuesta armada en torno al quehacer de un cantautor, o sea, Sam Roberts, y por tanto la canción será el género musical predominante, de álbum en álbum se persigue hacer cambios en la sonoridad de la entrega. Así, por momentos se le ha podido clasificar dentro de la estética indie y que proviene del decenio de los 90 de la anterior centuria, pero en otros instantes se ha visto al colectivo acercarse al electro rock e incluso a la psicodelia.
De ese modo, CDs como Were born in a flame, Chemical city, Love at the end of the world, el aludido The inhuman condition o el más reciente, Lo fantasy (editado en 2014), han sido etiqueteados para su comercialización de distintas maneras. Ello es una señal inequívoca de la preocupación de Sam Roberts y sus músicos por reinventarse constantemente, si bien códigos del lenguaje rock siempre están presentes de una forma u otra en lo que hacen.
En el caso de Lo fantasy, un retorno de Sam Roberts Band al ámbito de las producciones independientes, según diversos especialistas que han comentado el fonograma, estamos ante un disco en el que se apuesta por el eclecticismo y con referentes tan variados como Clash, Fela Kuti, Underworld, Etienne de Crecy, Gordon Lightfoot y Ray Davies.
Por mi parte, tras escuchar el doble álbum, no me siento animado a expresar lo mismo que buena parte de los comentaristas que hablan en términos elogiosos del material, porque si bien admito que se trata de un trabajo donde el rock continúa como columna vertebral, hay aquí fuerte presencia de elementos del funk, del house, de la electrónica, con miras a hacer más bailable de conjunto el CD, lo cual me rompe la imagen sonora que tengo de la agrupación y de su figura frontal.
Contentivo de dos discos, en el primero aparecen 11 cortes, mientras que en el segundo, ocho de esos temas son sometidos a un proceso de remix, que los orientan hacia el universo de las discotecas. De todos modos, al margen de mis inconformidades con Lo fantasy, de seguro para aquellos que se sienten atraídos por la cultura del baile esta propuesta estará en sintonía con sus preferencias.
Finalmente, acotar que en el concierto de este viernes 26 en la Plaza Vieja, entre los representantes de la parte cubana estará Carlos Varela, con lo que es de presumir que el repertorio interpretado por Sam Roberts Band para la ocasión, probablemente ponga énfasis en su costado más rockero y cercano al quehacer de un cantautor, al menos lo que despierta mayor interés en mí dentro de lo hecho por este grupo canadiense.