Un pescador de Maine se llevó el premio de uno en un millón al sacar de las aguas una langosta fantasma. Mike Billings mostró en Facebook las fotos de su hallazgo: un crustáceo completamente transparente, que decidió lanzar de nuevo al mar, no porque fuera una especie extremadamente rara, sino porque —razonó— era muy pequeña todavía como para quedársela. Todo apunta a que la langosta albina, por esta vez, corrió con suerte.
0