Acuse de recibo
El pasado 1ro. de noviembre, Leydis Pedroso Domínguez cuestionaba aquí hasta cuándo ella y los demás vecinos de un pasillo interior en calle 50, no. 210, entre 21 y 23, Playa, La Habana, van a vivir entre aguas sucias por una fosa que ya colapsó, en un barrio que carece de alcantarillado.
Refería que desde hace varios años se desborda esa fosa, la cual se ubica bajo el mismo pasillo por donde transitan los vecinos. En múltiples ocasiones solicitan el servicio de limpieza de esta, y cuando vienen, a los 12 días de vaciada la fosa vuelve a verter.
El 23 de febrero pasado, decía, fueron a limpiar la fosa, y junto al camión llegó un funcionario de Saneamiento Básico, además del presidente del consejo popular. Y tras visitas de funcionarios de Vivienda municipal y Aguas de La Habana, entre otros, se les informó que ya la fosa no tenía vida útil.
Luego de varios análisis y pruebas, se decidió que se iba a conectar la fosa para que aliviara a un pozo existente fuera del pasillo; trabajo que no debían hacer los vecinos, por el desconocimiento de la labor en sí, sino operarios de la ECAL contratados por Vivienda.
«Nueve meses después, planteaba, seguimos haciendo reportes para que aunque sea se haga la limpieza y se alivie el vertedero de aguas sucias. Y no acaban de llegar. Las aguas albañales corren y el mal olor no lo deja a uno ni sentarse en la sala. El pasillo se hace intransitable.
«Sabemos que el país tiene una situación crítica con el combustible; pero los cubanos seguimos adelante y no dejamos que nada nos detenga. La respuesta ya la tenemos, ¿Y la solución cuándo llegará?», concluía Leydis.
Al respecto, responde José Raúl Orosa Almeida, director general de la Empresa de Saneamiento Básico de La Habana, que en la revisión del registro de solicitud de la oficina comercial del territorio, se constató que en este año han solicitado allí la limpieza de la fosa en dos ocasiones, y se ha hecho el trabajo el 11 de mayo y el 9 de noviembre.
Precisa que ese es un pasillo donde varias viviendas se benefician de las mismas redes e instalaciones interiores; y por tanto la solicitud de servicios a Saneamiento se realiza a través de la Dirección Municipal de la Vivienda (DMV).
«Nosotros conocemos de la necesidad del servicio a partir del momento en que el funcionario de la DMV entrega las solicitudes en la oficina comercial correspondiente, en el caso del municipio Playa es en 41 y 60. El primer servicio se ejecutó 16 días después de solicitado y el segundo 2 meses después de reportado.
«Debemos señalar que en el mes de septiembre el país sufrió una situación coyuntural con el abastecimiento de combustible, lo que conllevó a que el tiempo (ciclo) de ejecución de nuestros servicios se incrementara, ya que la asignación de combustible a nuestra empresa se redujo de manera drástica y durante septiembre y la primera quincena de octubre se priorizaron los servicios a centros de Salud y Educación. Esta situación se superó durante el mes de octubre y poco a poco se fue disminuyendo el tiempo de ejecución.
«Ya en este lugar se determinó que la fosa perdió la capacidad de funcionamiento adecuado por lo que debe valorarse por la DMV la solución que corresponda, pues los servicios de limpieza no son efectivos», termina.
Agradezco la respuesta por parte de Saneamiento Básico, la cual confirma que se agotó la vía de los servicios de limpieza que efectuaba: La pelota entonces está del lado de la Dirección Municipal de la Vivienda, que podría explicar el por qué, nueve meses después de acordados e informados los trabajos a contratar con la ECAL, todavía no se han emprendido, para molestias y sufrimientos de esos vecinos.
Seguramente, Leydis estará haciéndose la misma pregunta: ¿Y la solución cuando llega?