Acuse de recibo
Apremiados por publicar quejas y opiniones de los lectores sobre disímiles asuntos de nuestra cotidianidad, a veces las respuestas que llegan a la sección se retrasan en ver la luz. Por ello ofrecemos disculpas a las instituciones implicadas. No obstante, lo más importante es que el diálogo se mantenga, en primera instancia con los remitentes, y que los problemas alcancen su solución.
Hoy reseñamos la contestación a la misiva de Roberto Rodríguez Hernández (Edif. No. 6, apto. D-7, entre 2da. y Los Pinos, Rpto. 26 de Julio, Pinar del Río), publicada aquí el 7 de febrero de 2015.
Alertaba Roberto sobre la delicada situación que se observaba frente al Hospital Oncológico Tercer Congreso, de su mismo reparto de residencia, con el parqueo indebido de vehículos y los embotellamientos, ruidos y discusiones que se generaban. Estos últimos provocando malestar entre quienes debían llegar o salir del centro de salud.
Indicaba el lector que a un costado del hospital existía un área de parqueo, inutilizada, que podría aliviar mucho las tensiones descritas.
Al respecto contestó el 4 de marzo pasado la MSc. Mayelín Medina Moreno, directora de Planificación Física en el municipio de Pinar del Río, quien admite en su carta el desorden en la referida calle frente a la entidad hospitalaria «debido a las paradas permanentes y parqueos estables de muchos vehículos ligeros y pesados que se dirigen a los centros estatales (…) ubicados en esta vía».
«Se comprobó además —apunta la Directora— que el parqueo de vehículos no obedece solamente a los servicios del Hospital, sino a otras empresas colindantes y aledañas (…) como la Empresa de Semillas, la Reconstructora Militar y la ENPA, entre otros».
Por todo ello, después de un estudio urbanístico y de vialidad de la zona, la Dirección de Planificación Física, junto a un equipo multidisciplinar, decidió:
•«Colocar señales de prohibición de parqueo en calle Segunda entre calle A y calle Tercer Congreso.
•«Situar señal de parqueo en un área ubicada a pocos metros del Hospital, colindante con los edificios 6 y 8, de grandes dimensiones, factible para el estacionamiento de los vehículos que hoy acceden al Hospital y los vehículos de las Empresas Administrativas que se encuentran a lo largo de la vía.
•«Apercibir a los administrativos de los centros estatales a no permanecer en esta vía; solo realizar paradas momentáneas y además no continuar con las indisciplinas sociales que surgen en el área producto de la desorganización existente.
•«El área será inspeccionada de manera sistemática por los agentes de Tránsito e inspectores de la DIS y Planificación Física».
Concluye la funcionaria, cuyas letras agradezco, ratificando lo importante de mantener el buen funcionamiento de los espacios públicos, máxime frente a una entidad de salud; por lo cual declara el caso «con razón» y sostiene que «queda solucionado».
Sin embargo, en este lapso desde que se publicó el caso y llegó la respuesta, arribó a nuestra Redacción otra misiva del remitente pinareño. Agradece Roberto la rápida visita y atención de las autoridades del territorio, y las medidas que de inmediato se ejecutaron, mas señala con angustia que ha habido un notable incumplimiento de estas.
Los conductores, expresa el lector, siguieron haciendo caso omiso de la señal colocada y han continuado «parqueando donde no deben, con las consiguientes afectaciones a las dinámicas propias del lugar».
«Esa es la razón principal de mi disgusto —se duele Roberto—, porque si bien los directivos de la zona comprendieron la necesidad de poner orden al asunto que se denunciaba, no se aplicaron las medidas de control para que esta indicación fuera cumplida.
«Desgraciadamente, a veces no se puede dejar estos asuntos a la simple conciencia ciudadana; hay que aplicar medidas disciplinarias y colocar agentes del orden para que sean totalmente acatadas», reflexiona el remitente.