Acuse de recibo
Es extraño que, mientras el país defiende la descentralización de potestades en nuestro sistema económico, como premisa de los cambios que sobrevienen, haya decisiones que nos retrotraigan al pasado.
Lo digo a partir de la denuncia de Odalis Navarro, trabajadora de la unidad de la Industria Deportiva sita en Carretera Central kilómetro 535, en el municipio camagüeyano de Florida.
Refiere la remitente que esa unidad, de subordinación nacional, pertenece a la Empresa Productora y Comercializadora de Artículos Deportivos (EPCAD) radicada en Santa Catalina y Primelles, municipio de Cerro, La Habana.
Y su carta no hace más que cumplir un acuerdo de la asamblea de afiliados de ese centro, con fecha 30 de septiembre del 2011.
El colectivo busca una solución o al menos una explicación convincente a los problemas, cuando ya se han agotado los recursos tradicionales en busca de estas.
«Existe una inconformidad en el colectivo de trabajadores de nuestra unidad —subraya—, por la forma en que se ha tratado el tema que a continuación pongo a su consideración y la repercusión negativa que el mismo ha provocado en las operaciones corrientes de la misma.
«Nuestra unidad siempre ha contado con una cuenta bancaria, como elemento imprescindible para la agilidad de las operaciones de cobros y pagos, incluyéndose dentro de ellos el pago de los ingresos de los trabajadores.
«En un momento determinado, esta cuenta fue cancelada por la Dirección Nacional y todas la operaciones de este tipo pasaron a efectuarse a través de la cuenta de la casa matriz, con la dosis de inconvenientes que esto conlleva, por lo que nunca dejó de reclamarse por parte de la dirección de nuestra entidad que esta fuera nuevamente restablecida.
«Dentro de los inconvenientes que han tenido que sufrirse por esta decisión se pueden mencionar, entre otros, el pago a los trabajadores fuera de la fecha pactada en el Convenio Colectivo de Trabajo; y el incremento de las cuentas por cobrar en 269 600,10 pesos, de ellos 96 791,01 con más de 30 días.
«También hay atrasos en el pago de los aportes al presupuesto del Estado, y en los reembolsos de los fondos fijos; así como en la recepción de cheques con dificultades, la imposibilidad de recibir los pagos por invalidez parcial y licencias de maternidad; y las pérdidas de suministradores por demoras en los pagos (esto ha afectado fundamentalmente la alimentación de los trabajadores y las adquisiciones de materias primas no suministradas por la EPCAD)».
Agrega Odalis que, como resultado de las demandas del colectivo, a partir del 1ro. de septiembre se le comunicó a la jefa económica de la Unidad que ya estaba autorizada la apertura de la cuenta por el Ministerio de Economía y Planificación, y que solamente restaba realizar por la EPCAD los trámites documentales requeridos al efecto.
Pero hasta ahora ello no ha sido resuelto por disímiles causas, agrega la lectora, «que no creemos que requieran grandes recursos ni gestiones para solucionarlas», concluye.