Los riesgos más comunes del parto en edades avanzadas son la preeclampsia, la diabetes gestacional y la muerte en el parto. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 21/09/2017 | 06:21 pm
El número de mujeres que se convierten en madres por primera vez a los 30 años se ha duplicado desde 1991, asegura este jueves el portal digital Russia Today. Este fenómeno se debe actualmente a que las mujeres dan prioridad a su carrera profesional, y a otras metas de vida sin hijos, y la tendencia parece ir en aumento.
El mes pasado, los científicos descubrieron una nueva tecnología revolucionaria para revertir la menopausia mediante un proceso de «rejuvenecimiento» de los ovarios, lo que hará posible los embarazos en edades mucho más tardías de lo recomendable para las mujeres. Este acontecimiento reavivó los debates entre los médicos, que advierten de los riesgos del parto tardío en diferentes etapas.
Las mujeres que ya sobrepasan los 30 años son más de dos veces más propensas a sufrir presión arterial alta en comparación con las veinteañeras (el 5% frente al 2%). La presión alta, o preeclampsia, representa una amenaza para la vida del bebé. Además, las mujeres de 30 años son dos veces (o más) más propensas a sufrir diabetes gestacional (5%-10% en comparación con el 1%-2,5% en las mujeres de 20 años), detalla RT y Daily Mail.
Además, la probabilidad de parto por cesárea y de morir durante el embarazo o durante el parto es más alta.
Las mujeres que tienen entre 40 y 50 años, por su parte, tienen de 3 a 6 veces más probabilidades de morir en las seis semanas siguientes al nacimiento del bebé debido a las complicaciones relacionadas con el embarazo, entre ellas sangrado y la tromboflebitis, precisa RT.
Por otro lado, las madres mayores de 40 años presentan probabilidades duplicadas de sufrir una muerte fetal, mientras que el riesgo de aborto involuntario es mayor que la posibilidad de un nacimiento normal.
Por último, los bebés nacidos de madres mayores son 1,5%-2% veces más propensos a nacer de manera prematura (antes de las 36 semanas) y con peso insuficiente. El bajo peso al nacer y la prematuridad conllevan para los bebés tanto riesgos inmediatos (problemas de desarrollo pulmonar y diabetes) como la obesidad en la edad adulta.
Ante tales riesgos, los médicos aseguran que, aunque en el campo de la fertilidad estamos siendo testigos de avances tecnológicos nunca vistos, no es aconsejable retrasar mucho la edad del parto.