Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Bichos Inc.

Como ya es habitual en estas páginas, damos continuidad a la saga de nuevas especies descubiertas

Autor:

René Tamayo León

Duiker (Philantomba walteri): Antílope. Pesa entre cuatro y seis kilos. Altura media: 40 centímetros.

Psathyrella aquatica: Hongo cuyo ciclo de vida transcurre bajo el agua. Crece en el gélido río Rogue, EE.UU.

Varanus bitatawa: Isla filipina de Luzón. Casi dos metros de largo y unos diez kilos de peso. Come solo frutas.

Caerostris Darwin: Crea las telarañas más grandes del mundo. Su hilo es más resistente que cualquier otra seda.

Halieutichthys intermedius: Pez murciélago. Repta. Se le vio merodeando la zona afectada por el derrame de petróleo de la British Petroleum, en el golfo de México.

Mycena luxaeterna o Réquiem de Mozart: Hongo. Es capaz de brillar con luz verde en la oscuridad. Vive en Brasil.

Glomeremus orchidophilus: Grillo endémico de isla Reunión, océano Índico. Es el único polinizador de una especie de orquídea amenazada por la extinción.

Saltoblattella montistabularis: Cucaracha sudafricana. Sus patas, diferentes a las del resto de sus congéneres, le permiten trasladarse a brincos.

Tyrannobdella rex: Sanguijuela. Al contrario de sus primas, solo tiene una mandíbula y un único diente.

Muchas existen antes de que nosotros nos paráramos en dos pies sobre la tierra. Y todavía falta un mundo por conocer. Pero cada especie identificada como nueva por la ciencia (de ahí el acrónimo que nos inventamos para el título: Inc.) se convierte en un monumento a la inmensidad de nuestra naturaleza.

También son hitos que señalan la responsabilidad de los seres humanos para con ella, que nos situó en el punto más alto de la pirámide evolutiva —y depredadora— y al mismo tiempo nos hizo los más débiles: la punta de la aguja es lo primero que se parte; a veces basta un mínimo golpe; o cuando la cresta de un iceberg se separa de su base, se derrite en poco tiempo.

La mayoría de las especies clasificadas como nuevas ya eran conocidas miles de años antes por las poblaciones originarias. Hasta la fecha se han descrito alrededor de dos millones; mas la comunidad científica estima que en la Tierra pudieran vivir entre diez y cien millones.

No estoy diciendo que sea un esfuerzo vano. Al contrario. Es crucial catalogarlas. Además, casi siempre se reportan en áreas por donde avanza, de forma rápida y aplastante, la civilización humana, con sus atronadoras máquinas o mortales químicos.

Estos reportes, en no pocas ocasiones, son la mejor oportunidad para tomar una mayor conciencia del daño ambiental que estamos produciendo y concertar estrategias de protección.

Lamentablemente la última palabra no la tiene la ciudadanía global. Son los Gobiernos primermundistas y los intereses detrás de ellos, quienes deciden. Pero los movimientos que generan en la comunidad científica y en los medios estos anuncios de hallazgos de especies, contribuyen a sensibilizar más sobre la fragilidad de nuestro entorno. Y a convencer de que cada día nos queda menos tiempo si no se actúa.

Top-10 de exentricidades

El Instituto Internacional para la Exploración de Especies de la Universidad de Arizona, y un comité de taxónomos de todo el mundo, seleccionaron días atrás el Top-10 de las más raras especies reportadas como nuevas por la ciencia.

El medio británico BBC se encargó de divulgar a toda página y color el rostro de los especímenes. Algunos ya los hemos visto en nuestra sección, pero esta vez, digamos, es la lista definitiva, vaya, algo así como la entrega de los «Oscar Bichos».

El más interesante, por la manera en que se descubrió y porque forma parte de la dieta ancestral de los habitantes de la localidad, fue el duiker (Philantomba walteri). Es un antílope de unos 40 centímetros y un peso entre cuatro y seis kilos.

Además de ser el único mamífero presente en el inventario, se avistó —listo para la venta y entre ejemplares de monos y otros animales de la vida salvaje— en la mesa de un mercado tradicional de Benín, África occidental.

Las reglas para hacer la lista de «especies más extrañas» se basan en su singularidad o capacidad de estas de representar la variedad de registros de lo vivo, según explicaba en su reporte de la información el periódico digital www.elmundo.es.

El nuevo Top se dio a conocer el 23 de mayo, en el cumpleaños 304 del padre de la clasificación moderna de los seres vivos: el sueco Carlos Linneo, recordaba también www.público.es.

«Al mismo tiempo que los astrónomos buscan planetas similares a la Tierra, los taxónomos se afanan por explorar las formas de vida del planeta que más se parece a la Tierra: el nuestro», señalaba en broma el entomólogo Quentin Wheeler, director del Instituto Internacional para la Exploración de Especies de EE.UU.

Según este experto «hay diez millones de especies desconocidas pululando por el planeta, sin bautizo científico. Y apenas hay científicos buscándolas».

El escalafón también incluye un grillo endémico de isla Reunión, océano Índico, que es el único polinizador de una orquídea amenazada de extinción: el Glomeremus orchidophilus.

Aparece, además, un hongo brasileño capaz de brillar con luz verde en la oscuridad: el Mycena luxaeterna. Bautizado también como Réquiem de Mozart, es acompañado en la lista por un primo norteño: el Psathyrella aquatica. Familia de los champiñones, vive siempre bajo el agua. Se le encuentra en Oregón, Estados Unidos.

La nomenclatura de nombres incluyó, como siempre, una receta culinaria: el panqueque, mote obsequiado a un pez murciélago de forma aplastada y color amarillento: el Halieutichthys intermedius.

Y en el mundo microscópico clasificó la Halomonas titanicae, una bacteria submarina con un metabolismo basado en la disolución del hierro que se está comiendo al transatlántico Titanic.

En las sanguijuelas (hay unos 600 tipos), el estrellato fue para la pequeña Tyrannobdella rex, que al contrario de sus primas solo tiene una mandíbula y un único diente.

Entre las cucarachas destaca la saltarina Saltoblattella montistabularis, con patas diferentes a las del resto de sus congéneres que le permiten trasladarse a brincos.

Otro animal que se había pasado por alto, a pesar de su gran tamaño, fue el Varanus bitatawa. Habita en la isla filipina de Luzón, mide casi dos metros de largo y pesa unos diez kilos. Ha sido clasificado dentro del mismo género que el lagarto gigante de Komodo (Indonesia), pero a diferencia de este, que es carnívoro, el nuestro se alimenta únicamente de frutas.

Madagascar: Paraíso que siempre sorprende

La araña Caerostris darwini es otro de los ejemplares singulares de la lista. Según el reporte de www.elmundo.es, se trata de una campeona de récords. Teje sobre ríos y lagos. Una de sus telas avistadas, de más de 30 metros, cruzaba un curso de agua y tenía atrapados en ella más de 30 tipos de insectos. Y su hilo de seda es dos veces más fuerte que el de otras arañas (y diez veces más que el mejor material que ha hecho el hombre para emular al natural: el kevlar).

La darwini también vive en Madagascar. Esta isla africana no deja de sorprender. La Fundación Mundial de la Naturaleza (más conocida por las siglas WWF), recién acaba de presentar el informe La Isla del Tesoro: Nueva biodiversidad en Madagascar, donde da cuenta de que en los últimos diez años ha descubierto 615 nuevas especies allí.

Madagascar es una de las últimas selvas tropicales de la Tierra. La isla alberga el cinco por ciento de todas las especies de fauna y flora del mundo, según reportaba el portal digital http://noticiasdelaciencia.com. No obstante, apenas dispone del diez por ciento de los bosques que originalmente la cubrían, debido, sobre todo, a la tala ilegal.

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