Manuel Alejandro Acosta Martinez preguntó:
La palabra isla es un sustantivo común genérico y por lo tanto se escribe con minúscula al igual que mar, bahía, cordillera, río, embalse, sierra, estrecho, golfo. Estos sustantivos acompañan en muchas ocasiones a nombres propios de accidentes geográficos: las islas Galápagos, la bahía de Cochinos, el mar Mediterráneo. Señala la Ortografía de la lengua española (2010) que hay nombres propios geográficos que incorporan un sustantivo genérico como parte inherente y en este caso el sustantivo genérico debe escribirse con letra inicial mayúscula: Sierra Morena, Playa Girón, Islas Marshall. Destaca también que existen usos antonomásticos en los que el nombre común genérico se emplea por sí solo, escrito con mayúscula inicial, en sustitución del nombre propio. En estos casos la referencia del uso antonomástico del sustantivo común genérico debe ser compartida por los destinatarios del texto y resultar, por ello, inequívoca: la Isla (la isla de Cuba para los cubanos), la Cordillera (la cordillera de los Andes para los chilenos), el Golfo (el golfo de México para los mexicanos). (Depto. Lingüística, ILL)
MARIA MARTÍNEZ RODRÍGUEZ preguntó:
La Ortografía de la Lengua Española (2010, p. 636) expresa: "Las palabras con que se designan las distintas lenguas son nombres comunes, razón por la que debe escribirse siempre con minúscula inicial: "El español es la lengua más estudiada del mundo después del inglés".
Ahora bien, la Ortografía de la Lengua Española (2010, p. 493) enuncia además que los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de una asignatura o materia de estudio se escriben con mayúscula inicial, coincida o no con el nombre de una ciencia o disciplina: Inglés, Lengua, Matemática. (Depto. de Lingüística)
ingrid berner preguntó:
La Ortografía de la lengua española (RAE y ASALE, 2010) establece que, en español, las palabras pueden escribirse en minúsculas, con mayúscula inicial o enteramente en mayúsculas. En la escritura ordinaria se utiliza como letra base la minúscula. En cuanto al uso de la mayúscula se establece que su función primordial en español es la de distinguir el nombre propio del nombre común, así Irene se escribe con mayúscula y tobillo con minúscula. Entre los usos de la mayúscula se halla el de la mayúscula de relevancia. La Ortografía de la lengua española (RAE y ASALE, 2010: 514) explica que en este se agrupan todos aquellos usos más o menos tradicionales de la mayúscula inicial no justificados por ninguna de las funciones lingüísticas asignadas a la mayúscula en nuestro sistema ortográfico —delimitar enunciados, marcar los nombres propios o las expresiones denominativas (en oposición a los nombres comunes o a las expresiones genéricas) y formar siglas—, y que responden únicamente al deseo de poner de manifiesto la especial relevancia que quien escribe otorga al referente designado por la palabra así escrita. La mayúscula de relevancia presenta dos facetas: una social, en la que la mayúscula pone de manifiesto la consideración o el respeto que socialmente se otorga al referente de ciertos términos, como los tratamientos o los títulos y cargos de especial dignidad o situados en los niveles más altos de la escala jerárquica (majestad, rey, papa, duque, presidente, ministro, etc.), y una subjetiva, en la que el que escribe aplica la mayúscula a aquellos términos cuyos referentes considera sagrados o dignos de especial veneración por razones religiosas o ideológicas. Por ello es frecuente que, en textos de carácter religioso, político, militar, etc., se vean escritos con mayúscula inicial muchos términos que designan conceptos relevantes en esos ámbitos (sacramento, misa, eucaristía, nación, patria, bandera, himno, etc.). Ahora bien, las mayúsculas de relevancia presentan además, en muchos casos, el inconveniente añadido de su carácter extremadamente subjetivo y de la consiguiente falta de consenso en el inventario de palabras que serían susceptibles de llevarla, lo que hace imposible su regularización ortográfica. Por lo tanto, se recomienda evitarla o, al menos, restringir al máximo su empleo, que en ningún caso debe convertirse en norma. (Depto. Lingüística, ILL)
Mabel Castañeda preguntó:
La Ortografía de 2010 (p. 471) establece que, por su condición de nombres comunes, los sustantivos que designan profesiones se escriben siempre con minúscula:ej. El médico no llega hasta mañana; ¿Quiere consultarlo con su abogado?; El dictamen fue elaborado por la ingeniera industrial Graciela Mayo. (Depto. de Lingüística, ILL)
Mabel Castañeda preguntó:
La Ortografía de la lengua española (2010, p. 494) expresa que cuando se trate de nombres oficiales legalmente establecidos, el uso de la mayúscula está justificado, por tratarse de expresiones denominativas con valor de nombre propio: ej. Terminó el tercer año de Derecho. Además, establece que, por su condición de nombres comunes, los sustantivos que designan profesiones se escriben siempre con minúscula: El médico no llega hasta mañana; ¿Quiere consultarlo con su abogado?; El dictamen fue elaborado por la ingeniera industrial Graciela Mayo.(2010, p. 471) (Depto. de Lingüística, ILL)
eykel preguntó:
Los sustantivos que designan los puntos cardinales se escriben con letra inicial minúscula pues son sustantivos comunes aunque hagan referencia a elementos únicos dentro de una serie o un referente único. Señala la Ortografía de la lengua española (2010) que los puntos cardinales solo se escribirán con mayúscula inicial cuando formen parte de un nombre propio o de una expresión denominativa que así lo elija: América del Norte, Corea del Sur, Europa del Este, la Cruz del Sur. (Depto. de Lingüística, ILL)
Ernesto preguntó:
Se recomienda el uso de la minúscula inicial en la escritura de las titulaciones académicas, por ejemplo: licenciado Rodolfo Argueta. Sobre el uso de la mayúscula en la escritura de las fórmulas de tratamiento señala la Ortografía de la lengua española (RAE y ASALE, 2010: 469-470): Las fórmulas de tratamiento son apelativos empleados para dirigirse o referirse a una persona, bien por mera cortesía, bien en función de su cargo, dignidad, jerarquía o titulación académica: usted, excelencia, majestad, monseñor, licenciado. Aunque en el pasado se han escrito habitualmente con mayúscula inicial por motivos de respeto, práctica que aún pervive en documentos oficiales y textos administrativos, todos ellos son adjetivos o nombres comunes, por lo que no hay razón lingüística para escribirlos con mayúscula. Así pues, deben hoy escribirse con minúscula inicial todos los tratamientos, tanto los que preceden siempre al nombre propio: don, doña, fray, sor, santo/ta, etc.; como los que pueden utilizarse sin él: usted, señor/ra, doctor/ra, licenciado/da, etc. La escritura con mayúscula inicial solo es obligatoria en las abreviaturas de los tratamientos, que han quedado fosilizadas en esa forma: Dra., Lic., Ilmo., Sr., Ud. (Depto. Lingüística, ILL)
Carlos Alberto Castro García preguntó:
Señala la Ortografía de la lengua española (RAE y ASALE, 2010: 190) que el sistema ortográfico del español dispone de un signo diacrítico en forma de rayita oblicua (´) llamado tilde, acento gráfico u ortográfico, que, colocado sobre una vocal, indica que la sílaba de la que dicha vocal forma parte es la que porta el acento prosódico de la palabra. Asimismo aclara que el empleo de la mayúscula no exime de poner la tilde cuando así lo exijan las reglas de acentuación ortográfica: Álvaro (Ortografía de la lengua española, RAE y ASALE, 2010: 448) (Depto. Lingüística, ILL)
Marlenes Viltres Hernández preguntó:
En el acápite 4.2.4.1.6 de la Ortografía de la lengua española (RAE y ASALE, 2010: 470) referido al uso de mayúsculas y minúsculas en títulos y cargos se recoge que «los sustantivos que designan títulos nobiliarios, dignidades y cargos o empleos de cualquier rango (ya sean civiles, militares, religiosos, públicos o privados) deben escribirse con minúscula inicial por su condición de nombres comunes, tanto si se trata de usos genéricos: El rey reina, pero no gobierna; El papa es la máxima jerarquía del catolicismo; El presidente de la república es un cargo electo; como si se trata de menciones referidas a una persona concreta: La reina inaugurará la nueva biblioteca; El papa visitará la India en su próximo viaje; A la recepción ofrecida por el embajador acudió el presidente del Gobierno, acompañado de la ministra de Defensa y el general Martínez, jefe del Estado Mayor (...)» (Dpto. de Lingüística, ILL)
Nuria Neisy Coballes Cobas preguntó:
Recoge la Ortografía de la lengua española (RAE y ASALE, 2010: 502) que "(...) los sustantivos que designan los días de la semana, los meses y las estaciones, sea cual sea el calendario utilizado, deben escribirse con minúscula, ya que se consideran nombres comunes, aunque designen elementos únicos dentro de una serie: domingo, lunes, calendas (primer día del mes entre los antiguos romanos), julio, rayab (séptimo mes del calendario musulmán), termidor (undécimo mes del calendario revolucionario francés), verano, primavera. Solo se escribirán con mayúscula cuando formen parte de expresiones denominativas que así lo exijan, como festividades, fechas históricas, espacios urbanos, instituciones, organizaciones, etc.: Viernes Santo, Primavera de Praga, plaza del Dieciocho de Septiembre, hospital Doce de Octubre (...). Para el caso de Cuba algunos ejemplos que ilustran esta excepción son: El 1 de Mayo es una fecha importante para los trabajadores cubanos; 26 de Julio, 10 de Octubre. (Dpto. Lingüística, ILL)