Roland caricaturista de melaito. Autor: JAPE Publicado: 25/07/2024 | 09:24 pm
Otro de los grandes del humor gráfico cubano, que también incursionó en la literatura, fue Rolando González Reyes. Pocos lo han reconocido, pero si digo Roland, el de Melaíto, más de uno de nuestros lectores y lectoras dibujará en su rostro una sonrisa, y quizás hasta un tierno suspiro, como símbolo de cariño e inolvidable aprecio a quien fuera (y es) uno de los más importantes íconos de esa publicación villaclareña.
Nació en Ciego Montero, en la provincia de Cienfuegos y se mudó a Santa Clara, capital de Villa Clara, a muy temprana edad. Cómo casi todos los niños, dibujaba y copiaba las tiras cómicas de los medios de la época, pero en él, este juego infantil se convirtió en su vida.
Se graduó de bachiller en ciencias y letras, y más tarde matriculó en la Universidad en la carrera de Ingeniería Mecánica, hasta tercer año. Comienza a trabajar en Planta Mecánica, en el taller de plantillería, sin dejar de interesarse en el humor gráfico y la literatura, que perfeccionó a través de cursos y talleres de ambas disciplinas.
Roland fundó el suplemento Melaíto, junto a Pedro Méndez y otros caricaturistas, el 20 de diciembre de 1968, y desde entonces, hasta su muerte, el 2 de enero de 2020, a la edad de 78 años, se convirtió en parte indisoluble de dicha publicación y del humor gráfico cubano e internacional.
Extensa y muy prolífera fue su vida artística, en la que obtuvo múltiples premios tanto en obras gráficas como relatos breves. Varios volúmenes reflejan su trabajo al estilo de Cuentos para un verano, 1978; Humortajadas, Ediciones Capiro, 1994, y Ábrete, Sésamo, Ediciones Capiro, 2004, por solo citar algunos. También colaboró con Palante, dedeté, Bohemia y la revista Chocarreros de México y otras publicaciones gráficas foráneas.
Compartí con él y esa gran familia que es el colectivo de Melaíto en muchas oportunidades, y lo recuerdo campechano, orgulloso de su oficio y sus colegas, muy buen anfitrión… pero sobre todo con un tremendo amor a su terruño que siempre fue protagonista de su arte:
«Para hacer reír me baso en lo que comenta la gente en la calle, y lo que pasa en Santa Clara, que es lo que pasa en Cuba entera, con algunas peculiaridades quizás, pero es así, es la cotidianidad. El pueblo lo que busca en el humor, como en todo medio comunicativo, es que se vean reflejados sus problemas, y por eso nosotros estamos al tanto de las cosas, y se nos acercan personas que sugieren temas, por eso para hacer caricaturas nos es imprescindible la relación con el público, con el lector».
Así comentó en entrevista que concediera a la periodista de Radio Ciudad del Mar, Gretta Espinosa Clemente, oportunidad en que también señaló con diáfana claridad la importancia que concedía a su profesión:
«Nuestro humor es por esencia crítico, si no hay crítica no hay humor, al menos en el caso de la caricatura, porque el chiste por el chiste es un empleo mediocre del humor. ¿Para qué se tiene una publicación humorística?: además de para hacer reír a la gente, para entretenerla, debe hacerla pensar».
Confesión íntima
Mire, doctor, el asunto es que vengo padeciendo de insomnio. He tomado varios somníferos, tilo y nada… No puedo dormir.
—¿Usted fuma?
—No,doctor, yo no fumo.
—¿Y bebe mucho?
—Ni gota, doctor.
—¿Cuál es su posición cuándo se acuesta?
—Bueno, yo me quito toda la ropa porque hace mucho calor, ¿usted sabe? Entonces conecto el ventilador y atrabanco la almohada.
—¿Y su mujer no le ayuda? Quiero decir, si no le canta bajito una canción de cuna o algo así.
—Soy soltero, doctor.
—¡Hummmm!
—¿Qué sucede, doctor? ¿Es muy grave lo mío?
—Va a tener que traerme la almohada para hacerle un minucioso reconocimiento.
Roland, dedeté 1989.