Los «manotazos» de Romero metieron a Argentina en la gran final. Autor: Reuters Publicado: 21/09/2017 | 05:52 pm
En un juego de mucho «tráfico» en el medio- campo, dada la prudencia instruida por los directores técnicos, no se podía esperar otro resultado que no fuese la escasa creatividad y, por ende, la ausencia del invitado Don Gol en el Arena Corinthians de Sao Paulo, sede del cotejo semifinal Holanda-Argentina, en la Copa del Mundo de Fútbol Brasil 2014.
Fueron 120 minutos de mucho correr y de algún que otro intento por quebrar a las potentes defensas. Solo eso. Entonces, en la lotería de los penales, la albiceleste se impuso por 4-2 a la «naranja mecánica», merced a los estirones de su cancerbero Sergio Romero, sin dudas, el héroe del partido, cuando toda Argentina festejaba además su Día de la Independencia.
Cuando se esperaba una decisión del partido por intermedio de los botines de Lionel Messi o Arjen Robben, fue Romero quien detuvo los penales a Wesley Sneijder y a Ron Vlaar para enviar a su selección a una final después de 24 años. Entretanto, Holanda disputará el próximo sábado el tercer puesto ante Brasil.
Argentina defendió muy bien, en especial su volante de contención Javier Mascherano, quien despejó todos los remates y también supo salir con el balón, al recuperarlos en el mediocampo. Mientras, las palmas para el inexpugnable defensa central Vlaar, quien abortó varios intentos de entradas al área del cuadro de Alejandro Sabella.
Los tulipanes tuvieron un mejor inicio. Sneijder remató muy desviado un despeje de Mascherano ante un balón de Robben. Pero la titánica labor de Enzo Pérez —sustituto del lesionado Di María— y el empuje de Ezequiel Lavezzi, metieron a los europeos en campo defensivo. Una vez más, a Messi le pasó igual que al gol: se ausentó en el primer tiempo, pero siempre le «doblaron» la marca.
Una falta sobre Enzo la ejecutó floja el crack del Barça. Y otro balón parado acercó a Argentina al gol antes del descanso. Ezequiel Garay cabeceó por encima del larguero, pues Vlaar lo había incomodado en ese remate.
En el segundo tiempo, Argentina fue más equipo. Robben apenas se conectó con los volantes y Van Persie no logró ganar una partida cuando lo acosaban Garay y el experimentado Martin Demichelis.
Tanto Robben como Messi nunca estuvieron libres. Eso no se les permitía, por sus mañas sobre la grama y por lo cerrado del duelo. El extremo del Bayern de Múnich no quería ir a la prórroga y aceleró la máquina. Primero, se quitó a tres de encima, con túnel de por medio. Pero su centro lo despejó la defensa a córner. Y luego, envió un disparo desde la derecha, atajado por Sergio Romero. Y ese fue el primero entre los tres postes de Holanda, en el minuto 99.
Lo demás, ustedes lo vieron: Romero dijo «aquí estoy yo» y paró dos penales. Argentina irá el domingo, en el estadio Maracaná, a su quinta final mundialista y tercera contra Alemania. En México 1986 venció la albiceleste (3-2) y en Italia ‘90 hubo triunfo germano (1-0). Pero hay más. Los teutones eliminaron a la albiceleste en los cuartos de final de las versiones anteriores de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010. ¿Quién ganará ahora?