CAMAGÜEY.— Unos 27 niños con menos de mil gramos (2,2 libras) de peso al nacer fueron salvados durante los últimos tres años por el Servicio de Neonatología del Hospital Ginecobstétrico Universitario Provincial Ana Betancourt de Mora, segundo, después de Holguín, con mayores alumbramientos en la Isla.
«En este período han nacido 49 niños con bajo peso extremo o diminutos (niños con menos de mil gramos de peso) y de ellos han sobrevivido el 55 por ciento», informó el doctor Orlando Ojeda Díaz, jefe de este servicio y especialista de primer grado en Neonatología.
«Esta cifra —agregó Ojeda Díaz— está muy por encima de la que expresan varias regiones del mundo, donde la mortalidad en prematuros de peso extremadamente bajo está por encima del 70 por ciento.
«El resultado ha sido posible —subrayó— por la profesionalidad del equipo multidisciplinario para la atención integral a estos casos, que ha logrado que niños prematuros, de hasta 24 semanas de edad gestacional, hoy tengan más de un año de nacidos y con evolución satisfactoria».
Especificó que el funcionamiento del Programa de Intervención Mínima (PIM) para la atención específica e integral a estos casos, liderado por el doctor Álvaro Agüero Díaz por cerca de dos décadas, ha permitido los elevados índices de sobrevivencia y calidad de vida en los prematuros.
Los 23 neonatólogos, junto a enfermeras y técnicos en Imagenología y laboratoristas clínicos, integrados en el PIM, han evitado las hemorragias cerebrales y las infecciones, causas principales de fallecimiento en estos niños. También favorece la incorporación y funcionamiento de una amplia tecnología de avanzada: cuatro respiradores artificiales, 18 monitores no invasivos, ocho incubadoras de última generación y la utilización permanente de catéteres especiales.
Evaluó de positivo que el hospital tenga durante el último quinquenio una mortalidad infantil por debajo de tres por cada mil nacidos vivos, y el seguimiento del paciente luego de su alta hospitalaria.
«Nuestro centro médico mantiene sistemáticamente la consulta de Neurodesarrollo, lo que permite englobar todo el seguimiento integral que requieren estos casos hasta los cinco años de vida, por presentar características especiales, para luego incorporarlos a la sociedad con una alta calidad de vida», especificó.