Cuba comenzó este año un programa de siembra de 10 000 hectáreas de plantaciones intensivas diseminadas en todo el país, lo cual permitirá contar con un mayor volumen maderable en menos tiempo, reveló a este diario Humberto García, director del Instituto de Investigaciones Forestales.
Según explicó el funcionario, las plantaciones intensivas tienen un fin comercial, para un objetivo determinado: energía, madera serrada, y se realizan con tecnología y recursos que no se emplean en los bosques corrientes.
«Este sistema utiliza técnicas de riego, herbicidas y productos, tanto químicos como orgánicos, fertilización —que no se emplean en la actividad forestal tradicional— y además un manejo intensivo.
«Son plantaciones que se ubican generalmente donde hay caminos y vías de acceso a la maquinaria y el transporte, zonas llanas que permiten un fácil aprovechamiento y una facilidad también en el tratamiento de la silvicultura para aligerar la carga de explotación maderera que han sufrido las montañas.
«La plantación intensiva —añadió— se hace con un fin económico establecido. Por ejemplo: se quiere sembrar un bosque para la producción de postes. Se selecciona la especie adecuada y en ese sentido se le aplica un paquete tecnológico que permita el desarrollo más rápido. Nuestro instituto es el que busca la base científico técnica para trabajar en función de esa especie, a la que se le aplica un manejo intensivo.
«En un período de tiempo mínimo, el volumen maderable va a ser mucho mayor que si creciera solo de acuerdo con las condiciones naturales del lugar. El plan del país es tener en el año 2015 alrededor de 200 000 hectáreas en plantaciones intensivas», concluyó.