Acuse de recibo
La voz de alarma la dio Jorge Mastrapa Ardide (calle Progreso No. 152, entre Cuba y Garayalde, en la ciudad de Holguín). Fue el 15 de abril último cuando el holguinero, cuya carta fue fechada el 19 de febrero, denunció aquí las reiteradas afectaciones que su núcleo familiar y el de varios vecinos habían sufrido por elevados voltajes.
Narraba Jorge que a fines de 2013 algunos residentes de su barrio se quejaron ante representantes de la Organización Básica Eléctrica (OBE) tras una explosión que dañó varios equipos electrodomésticos. La institución no se responsabilizó con lo ocurrido.
En enero de 2014, también por fallas debidas a altos voltajes, se dañaron en la casa del remitente un televisor, un radio y dos lámparas de 20 watt. Reclamó. Le dijeron en la OBE que no procedía la reclamación porque el reporte indicaba como causa «dos palomas», refería el holguinero.
Un tercer incidente explosivo se contaba en la carta: el del 16 de febrero, que a la familia de Jorge le dañó más equipos aún. También detallaba el lector las averías en aparatos electrodomésticos de algunos de sus vecinos, entre estos televisores, metrocontadores, lámparas…
Al acudir a la OBE, les volvieron a afirmar que el daño había sido ocasionado por palomas. Y ya los lugareños no aceptaban esta explicación, señalaba el remitente.
Sobre tan «explosivo» asunto contestan María de los A. Hidalgo Morejón y Héctor Lugo Graña, directora de la unidad empresarial de base (UEB) Atención al Cliente y director general de la Empresa Eléctrica de Holguín, respectivamente.
Apuntan los funcionarios que «la primera avería eléctrica ocurrida en calle Fomento e/ Cuba y Prado, el 31 de diciembre de 2013, (...) fue el resultado de un falso contacto en la línea primaria o de transmisión, el cual provocó que se partiera un conductor de la fase A y cayera al suelo…».
Este tipo de incidente no provoca daños a la propiedad, sostienen los directivos, y aclaran que ningún vecino reportó avería alguna, ni por parte de la empresa se argumentó que existieran palomas en los cables. «Los propios vecinos fueron los que afirmaron la presencia del animal en la línea», señalan.
En cuanto a la segunda afectación, ocurrida el 14 de enero de 2014 en la calle Progreso No. 152, entre Cuba y Garayalde, «en el lugar se pudo comprobar la presencia de dos palomas, las cuales provocaron el incidente. Esto fue confirmado por el promovente y su madre. También estaba presente el Jefe de Operaciones de la UEB municipal», enfatizan los ejecutivos.
«Es importante destacar —amplían— que la presencia de cualquier agente externo en la línea eléctrica, dígase un animal, puede provocar un cortocircuito o un alto voltaje. En este caso no se asume el daño porque existieron evidencias claras de este hecho». Y citan el Manual de Consumidores en su capítulo II, para sustentar esta disposición.
El 16 de febrero de 2014 ocurrió la tercera afectación. Según explican los funcionarios, «a las 12 y 38 p.m. se reportó un cortocircuito violento en el mismo lugar donde ocurrió el segundo hecho. En la visita realizada por los linieros de la guardia eléctrica, estos certificaron la ocurrencia de “un alto voltaje por conductor neutro partido por falso contacto”. Una vez más los vecinos manifestaron que unas palomas se encontraban en el banco transformador…», relatan los directivos.
Al no encontrarse evidencias de la presencia de las aves, los linieros revisaron el sistema de distribución eléctrica y sustituyeron un tramo del conductor neutro, que no se encontraba en buen estado.
«A partir del 25 de febrero se confeccionaron todos los expedientes mediante los cuales se procedió a la entrega por reposición de un refrigerador, un radio reloj, tres televisores, un microwave y un DVD. Desde el 27 de marzo el expediente por daños a la propiedad de Jorge Mastrapa Ardide, a nombre de Tirso Mastrapa Rodríguez, folio 13257, quedó completamente solucionado…», informan los directivos.
Y terminan su misiva, que agradezco, explicando que ante la negativa de la UEB municipal de dar proceso a un expediente de esta naturaleza, los clientes tienen derecho a reclamar, en los plazos establecidos, ante el Director General de la Empresa Eléctrica a nivel provincial, después ante el Director General de la Unión Eléctrica, y de ahí en adelante por vías judiciales.