Acuse de recibo
Sucel Naranjo Bahi lleva ocho años laborando como enfermera en la Sala de Terapia-Hemodiálisis del Hospital Celia Sánchez Manduley, en la ciudad de Manzanillo. Pero lo más duro y desestimulante para ella es que, luego de haberse graduado hace dos años de Licenciada en Enfermería (universitaria) no se le reconoce, a contrapelo de sus esfuerzos y espíritu de superación durante cinco años en la carrera.
Refiere Sucel que a partir de su graduación debían haberle aumentado su salario en 90 pesos. Y a estas alturas aún no le han pagado lo correspondiente. «Me he dirigido a las instancias correspondientes —añade—, y de nada han servido los reclamos. Siempre me dicen que sí, que me van a pagar, pero tengo que esperar».
Y Sucel se pregunta por qué tiene que seguir esperando, luego de tantos sacrificios durante cinco años de estudios, simultaneándolos con su trabajo lleno de tensiones y sacrificios.
A raíz del anuncio gubernamental de los aumentos salariales que sobrevendrán a partir de junio próximo para los trabajadores de la Salud, Sucel volvió a entrevistarse con el Jefe de Enfermería del Hospital. Y este le dijo que seguiría cobrando como enfermera no universitaria, hasta tanto se decidiera.
Sin embargo, lo que le sorprende es que compañeras suyas que se licenciaron en Enfermería después de ella, ya cobran como tal.
Paradojas de la vida que molestan mucho más. Mientras el país decide gratificar con aumentos salariales a todos los trabajadores de la Salud, por no se sabe qué recóndita inercia burocrática, llevan dos años castigando el esfuerzo de una Licenciada en Enfermería en el Hospital Celia Sánchez Manduley.
En calle 6 No.48, entre 3ra. y 4ta, en el reparto Caymare de la ciudad de Manzanillo, Sucel aguarda por que se le haga justicia. Debía indemnizarla quien, insensiblemente, ha entorpecido que ella ascienda en la escala salarial. Respeto para quienes se superan.