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Lo que necesitas saber sobre el caracol gigante africano

Esta especie invasora exótica es el centro de un esfuerzo de la Defensa Civil Nacional, debido a su naturaleza portadora de parásitos dañinos para el ser humano y otras especies. Conozca los rasgos básicos y los modos de actuar si halla alguno de estos caracoles en casa

Autor:

Juventud Rebelde

El Caracol Gigante Afriano llegó a Cuba desde 2014, y desde entonces, gracias al húmdo clima del país, beneficioso para su especie, ha sido localizado en 12 provincias de la Isla, y se considera  una amenaza para la sanidad vegetal, la salud humana y la biodiversidad del país.

Conozcamos de modo sencillo el ABC sobre esta especie.

                                                                              Foto: Tomada de sitio digital de Canal Caribe

Caracol Gigante Africano

  • Es omnívoro, lo que le proporciona una adaptabilidad muy alta a varios tipos de espacios.

 

  • Coloca entre cien y 500 huevos cada vez, de los cuales nacen entre el 85 y el 95%. Puede poner anualmente hasta 1 800 huevos.

 

  • Puede vivir hasta cuatro años.

 

  • Su concha puede alcanzar una talla de hasta 20 cm.

 

  • Se favorece por climas húmedos, como el de nuestro país.

 

  • Sus principales espacios son los asentamientos humanos y poblacionales.

 

Las amenazas

Lo primero que es necesario conocer de esta especie exótica invasora, que se halla entre las cien más dañinas, es que puede llegar a afectar hasta 250 especies de plantas, por su alta voracidad, y a su vez, afecta a otras especies animales al constituir una competencia en la búsqueda de alimentos.

Para el ser humano es también una amenaza, ya que puede ser hospedero de larvas del nematodo Angiostrongylus cantonensis, un parásito pulmonar de las ratas. Pueden accidentalmente infectar al hombre y provocarle meningoencefalitis eosinofílica. La infección ocurre cuando los humanos ingieren larvas de tercer estadio, al llevarse las manos a la boca después de tocar los moluscos o por la ingestión cruda o mal cocinada de productos vegetales frescos contaminados por las secreciones de los caracoles.

En Cuba no se reporta de manera oficial ningún paciente con meningitis a partir del caracol gigante africano, pero sí se han comprobado animales con alta carga infecciosa.

                                                                                                   Foto: Tomada de periódico 26

Actuar ciudadano

Puesto que se ha comprobado que el accionar humano ha sido la principal causa de expansión de esta especie en nuestro país, el actuar ciudadano es fundamental en la lucha en contra de su invasión.

Las medidas de control son:

  • No botarlo vivo en ríos, solares yermos, calles o en la basura que recoge el servicio de comunales.

 

  • No consumirlo, comercializarlo, dispersarlo o usarlo como carnada, ofrenda a deidades afrocubanas o para otros fines.

 

  • No tener contacto directo con la baba del caracol. Si esto ocurre, lave con abundante agua y jabón la zona expuesta.

 

  • No consumir alimentos sin lavar, especialmente aquellos por el cual el CGA haya pasado.

Es necesario que los ejemplares de este caracol sean colectados con el uso de guantes o bolsas de nailon para proteger las manos, nunca con estas desnudas. Se debe evitar el contacto directo.

Para destruir un ejemplar, se puede:

  • Destruir la concha y enterrarlos o arrojarlos a la basura, siempre en una bolsa hermética.

 

  • Quemarlos de manera segura en algún recipiente sin que haya peligro de que se genere un incendio.

 

  • Sumergir los caracoles en una solución de sal o cal (tres cucharadas por litro de agua) durante 24 horas. Luego, enterrar los restos o arrojarlos a la basura, siempre en una bolsa hermética.

Qué hace el país para su control

La Habana, Mayabeque, Artemisa, Matanzas, Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila, Camagüey, Las Tunas, Holguín, Granma, Santiago de Cuba y el Municipio Especial Isla de la Juventud ya son hospederos de la especie. Foto: Tomada de Cubadebate

 

Tras su detección en Cuba por primera vez en junio de 2014, en el reparto Poey, municipio habanero de Arroyo Naranjo, según detalla el sitio Cubadebate, se activó el sistema de vigilancia fitosanitaria mediante la ejecución de encuestas de detección en el territorio nacional y la ejecución de acciones de control.

El Estado Mayor de la Defensa Civil tiene entre sus facultades crear grupos multidisciplinarios para procesos de reducción de riesgos y creación de planes de control y enfrentamiento.

Con base en ello, se concibió la Resolución 5 de 2018 y se creó un grupo de trabajo temporal que integran además el Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y el Ministerio de Educación, así como el Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal.

«Se establecen las prioridad y la responsabilidad de los Organismos de la Administración Central del Estado para la reducción del riesgo de desastre sanitario. Hay riesgos en sanidad vegetal pero también en la salud humana, estamos llamando a manejar la situación de forma integradora», afirmó Yailin Nápoles Hinojosa, jefa de la Sección de Peligros Sanitarios del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, en la Mesa Redonda del jueves 20 de junio.

(Con información tomada de Cubadebate)

 

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