La necesidad de una mayor integración entre la AHS y la Uneac con el ICRT para el análisis de las mediaciones que hoy influyen en el proceso comunicativo con las diferentes audiencias, fue uno de los temas debatidos por los jóvenes. Autor: Roberto Suárez Publicado: 17/10/2018 | 10:07 pm
Intensa resultó la segunda jornada del 3er. Congreso de la Asociación Hermanos Saíz, entre sesiones de trabajo en comisiones y actividades que permanecerán para siempre en sus recuerdos. No obstante, la mayor parte de las energías los delegados e invitados la dedicaron a expresar en las comisiones artísticas sus preocupaciones, sueños, satisfacciones, proyectos por realizar...
Audiovisuales
Las jerarquías tienen que ser palabra de orden y creación en nuestros medios de difusión. De eso está convencido el realizador Jairo Alberto Pacheco, uno de los delegados convocados por la Comisión 3: Audiovisuales. Para este espirituano también resulta esencial exigir una mejor calidad de transmisión ya que existen múltiples plataformas por donde acceder a la información, «por lo que si no se escucha bien, convida a apagar la radio», agregó.
Sugirió una mayor integración entre la AHS y la Uneac con el ICRT para el análisis de las mediaciones que hoy influyen en el proceso comunicativo con las diferentes audiencias.
Por su parte, Dayron Daniel Ferrada Zapatero, de Las Tunas, reflexionó sobre la formación del recurso humano, principalmente en la especialidad de la locución. «Hoy encontramos jóvenes dentro de ese campo con problemas en la lectura, pobreza en la improvisación, falta de cultura general... Lamentablemente, no contamos con estudios universitarios en esa especialidad, pero la necesidad no puede llevarnos a continuar escuchando errores», dijo.
Yusley Izquierdo, de Radio Guamá, en Pinar del Río, sugirió articular la Red de eventos de la radio joven con una mayor presencia del ICRT. «Es muy difícil organizar eventos con presupuestos entregados a retazos. Es como si no se entendiera que se trata de espacios para radialistas que inciden en la superación de los mismos».
Sobre superación también habló Grether Hernández, realizadora de Tele Mayabeque, quien se refirió a lo «vital de crear espacios desde la AHS y el ICRT, cursos disímiles que hoy son mínimos, sobre todo para quienes residen fuera de la capital, situación que incide en la desprofesionalización de los medios».
Pedro Rodríguez, realizador audiovisual de La Habana, consideró que sigue siendo un talón de Aquiles la relación del ICRT con los creadores autónomos, quienes no pueden disfrutar de la publicación de sus materiales. La queja que trajo el santiaguero Rubén Aja es similar, pero esta vez desde el punto de vista de los creadores radicados «en provincia» y la poca presencia de sus trabajos en la televisión nacional.
Alpidio Alonso, ministro de Cultura, reflexionó sobre la necesaria imbricación de las instituciones, los creadores y los públicos. «Tenemos que avanzar hacia una fase superior que implica la participación de todos para construir la política cultural cubana, de modo que sea mucho más eficaz, de acuerdo con nuestro contexto». Lo acompañaban en la presidencia Roberto Montesino, jefe del Departamento de Propaganda y Cultura del Comité Central del Partido; Diosvany Acosta, miembro del Buró nacional de la UJC; Alfonso Noya, presidente del ICRT, y Rubiel García, presidente de la AHS.
Literatura y crítica e investigación
Quienes integraron la comisión Literatura, crítica e investigación, estuvieron debatiendo sobre la mejor manera de transformar los espacios culturales y de aprovechar al máximo las plataformas digitales, tabletas electrónicas y teléfonos celulares para la promoción literaria y socialización de las obras.
Para el escritor santiaguero Yunier Riquenes resulta esencial emplear más lo digital, «en un contexto en el cual millones de personas se siguen sumando a esas plataformas en Cuba y el mundo. Las editoriales e instituciones deben interesarse más por los títulos digitales, lo que exige maneras de hacer distintas, con más creatividad, hipermedialidad y elementos gráficos, para lo cual sería favorable incrementar las alianzas con profesionales de sectores diversos», consideró.
En el Centro Dulce María Loynaz, Riquenes alertó que si bien las nuevas potencialidades brindan muchas opciones positivas, también conforman un panorama complejo que exige preparación y ser precavidos. Nos tranquilizó asegurándonos que los niños y jóvenes sí están leyendo literatura, pero en sus celulares y tabletas. «Lamentablemente, casi siempre obras extranjeras de poca calidad estética, porque son las únicas a su disposición».
Para Orietta Domínguez, de Las Tunas, es fundamental colocar lo más sobresaliente de la literatura cubana en videosbooks, ebooks y otras opciones atractivas para las nuevas generaciones.
Una idea recurrente fue transformar los espacios culturales de acuerdo con estos tiempos, pues en cuanto a diseño y concepción parecen estar detenidos en épocas pasadas. Según los delegados, estos deben parecerse más a la actualidad, con propuestas variadas (literarias, audiovisuales, artes plásticas, música). El único límite es la imaginación, dijeron.
Dentro de la comisión se valoraron positivamente el sistema de becas y premios de la AHS, así como el excelente trabajo realizado por sus cinco editoriales, especialmente La Luz, en Holguín, «ganadora de disímiles galardones y con una labor creciente, a pesar de no tener acceso a internet en su sede».
Se mencionaron otras buenas prácticas, como el proyecto Poetas a domicilio, en la Isla de la Juventud, o Claustrofobias Promociones Literarias, en Santiago. también se insistió en la necesidad de multiplicar los espacios de crítica responsable, que incida favorablemente en la creación y en la sociedad.
Artes escénicas
También en la comisión Artes Escénicas, que recibió el Complejo Cultural Bertolt Brecht, se abogó por el ejercicio pleno de la crítica, al tiempo que se propuso que se financiaran proyectos creativos con calidad, que analizara con rigurosidad el trabajo de los jóvenes, y que se procuraran espacios para ensayos y la superación. Las inquietudes se extendieron asimismo a los procesos de evaluación, enseñanza y salarios.
Liubin Lima Manzano, actor del grupo teatral Polichinela, señaló la poca presencia de talleres y encuentros en Ciego de Ávila, que fomenten el saber de las artes y desarrollen las aptitudes en los jóvenes.
Para el director de teatro Yosmel López Ortiz (Guantánamo) se hace urgente el fortalecimiento de los vínculos de trabajo con las instituciones, comenzando por el Consejo Nacional de Artes Escénicas, que debe acercar su mirada a los territorios y al sistema de becas, dijo.
Los jóvenes creadores exigieron revisar con severidad la calidad de los grupos danzarios, teatrales y humorísticos. Al respecto, el presidente de la AHS en Granma, Roberto Carlos García Ramos, propuso que se siguiera de cerca el quehacer de los grupos teatrales en el país, sus repertorios y representaciones, porque al menos en mi provincia no se cumple con la programación de las artes escénicas».
Artes visuales
El intercambio sobre las problemáticas de las artes visuales en el país se trasladó para la comisión que sesionó en el Museo Nacional de Bellas Artes. Allí se discutió sobre la relación con la Uneac o instituciones como el Fondo Cubano de Bienes Culturales, y también en torno a la visibilización de las obras y los factores socioeconómicos que condicionan la producción del arte.
A su vez se resaltaron los problemas de la enseñanza artística y la necesidad de reforzar los perfiles educacionales y de posgrado que se vinculan con las artes visuales mediante la producción teórica. Al respecto Amelia Beatriz Delgado Rodríguez, delegada por Villa Clara y quien además expresó su preocupación por la inexistencia de una galería de arte en su territorio que comercialice, enfatizó lo favorable que sería que los creadores de la AHS tuvieran un mayor protagonismo en las escuelas de arte.
Otras insatisfacciones se manifestaron, como la poca posibilidad que tienen las nuevas generaciones de clasificar dentro del llamado coleccionismo institucional, pues rara vez sus obras están en instituciones estatales, centros turísticos u otras entidades.
Liesther Amador González, especialista de artes visuales de la dirección de la AHS, se refirió a la importancia de la promoción cultural y la misión del arte en la sociedad. Dijo que como parte de su rol, la AHS debía preocuparse también por la proyección del arte a escala internacional.
Para Amador González hay una luz roja también encendida en la preservación de la memoria histórica en materia de artes visuales. «Existen catálogos que se producen en Cuba de manera aislada, pero la AHS debe generar una colección para tener a buen resguardo el legado de toda una generación».
Alejandro Lescay, de Santiago de Cuba, consideró, por su parte, que son altos los impuestos que se les asignan a los artistas, al tiempo que abogó por la autogestión de los creadores. Para él son comunes las dificultades que atraviesan muchas provincias, que responden a la escasez de materiales, la falta de capacitación de los promotores y el déficit de tasadores de arte, entre otras.