La tecla del duende
La ceiba que marca el ombligo de Cuba ya no reinará más en solitario. A su lado, desde este julio, se erigió un asta desde la que ondeará una inmensa bandera de gala cuando la ocasión lo amerite. Esa fue la conmovedora imagen que recibimos al llegar a Guaracabulla, el pequeño asentamiento del municipio de Placetas, para festejar el noveno encuentro nacional de las tertulias de JR con sus lectores.
Cuánto hubiera gustado a Raúl Ferrer, Pedrito Osés y Guillermo Cabrera Álvarez, soñadores que desde la poesía, las artes plásticas y el periodismo, respectivamente, dignificaron este lugar casi «encontrado» de la geografía cubana, ver ondear a «la más bella que existe» sobre las esperanzas de los lugareños. Para nosotros, el tricolor estandarte, la calle central asfaltada, las nuevas lámparas y el apoyo general de las autoridades del municipio a esta cita de la bondad y la ocurrencia, demostraron que aun en medio de escaseces se puede hacer mucho por engalanar el rostro y el alma de nuestras comunidades.
La «buena vibra» de la peña teclera nos deparó una jornada intensa y extensa. Arrancó con la tradicional donación de volúmenes en la Casa Biblioteca de Katy y Tomás, que se intenta multiplicar en los generosos libros. De ahí, a la Casa de Cultura que lleva el nombre del cronista Guillermo Cabrera, donde la guitarra y el carisma de Julito Cumberbacht y su poetisa compañera, Tomasa González, junto con varios declamadores, encendieron el motor del entusiasmo.
Luego, a la gran Peña, que inició unos minutos después de las 11:00 a.m. y no se detuvo hasta pasadas las dos de la tarde, en la escuelita mixta Enrique Villegas Martínez. De ese alegrón compartido, dedicado especialmente al amor de y hacia los animales, solo evocaré flashazos, en aras de dejar espacio a las imágenes. Algo sí les aseguro: bajo el flamboyán del patio escolar, todos fuimos «un tilín mejores».
Cantante más popular: El Charro de Las Tunas. Mascotas más notorias: la jicotea de Cary, que viajó desde Holguín, y la perrita Luna, que llegó con Mileyda, desde La Habana. Esfuerzos de traslación mayores: los de holguineros y espirituanos, que de su bolsillo pagaron una y dos guaguas, respectivamente, para no perderse el teclazo. También el de los tenaces choferes. Héroes logísticos: trabajadores de la escuelita y de la UBPC Camilo Cienfuegos (Nidia, Jorge L., Alicia, Yunior, Alexander y Weine). Certeza: ¡desde ya estamos soñando con el décimo encuentro, en 2016!