Acuse de recibo
Juan Abel Fernández (Finca Santa Elvira, Abrajaguey, Mir, Calixto García, Holguín) es un productor de ovejos de la Cooperativa de Crédito y Servicios Dagoberto Sanfiel, que desde 2015 firmó un contrato independiente con la Empresa de Ganado Menor en esa provincia, el cual está debidamente actualizado. Pero lo que sí no se actualiza es la deuda de esa entidad con él.
Cuenta el productor que realiza sus ventas a Ganado Menor dos veces al año, y tradicionalmente no ha tenido problemas para cobrarle. Pero la última entrega, que fue de 32 cabezas de ovejos, efectuada el 13 de diciembre de 2019, y por valor de 25 000 CUP, aún no se la han pagado, ni tampoco se sabe el porqué.
«Cuento con una factura que confirma lo antes dicho, afirma. He sido peloteado por el director provincial de dicha empresa como le ha parecido. Además, quiero añadir que el representante de la misma empresa en el municipio de Calixto García, que fue quien ejerció la compra, en estos momentos se encuentra en su casa separado de la entidad por posible delito de corrupción. Ese día de la venta también estaban presentes el jefe de producción de la empresa y otros trabajadores».
Clara Milagros Castellanos Jover y Cándida Rosa Velasco Bouzada denuncian la tupición de aguas albañales desde hace dos años en el edificio de 16 apartamentos y apenas 20 inquilinos, en su mayoría adultos mayores solos; y sito en Avenida de Acosta 363 y 365, entre D’ Strampes y Figueroa, del consejo popular Víbora, en el municipio capitalino de 10 de Octubre.
Cuentan que ese inmueble presenta serios problemas con la salida de las aguas sucias, lo que provoca, además de la insoportable fetidez, que las mismas broten por los tragantes y las tazas de baño de los apartamentos 5 y 6, lo que impide el uso de sus cocinas y baños a los propietarios.
Ellas han hecho múltiples e infructuosas gestiones. En Aguas de La Habana de 10 de Octubre les explicaron que esa entidad solo atiende la red exterior, y los asuntos internos del edificio debían gestionarlos con la Dirección Municipal de la Vivienda (DMV).
En la DMV plantearon el problema, y por gestión de esta en varias ocasiones fue el carro correspondiente de Saneamiento Básico con sus operarios, quienes localizaron la zona de mayor obstrucción, en el parterre. Pero el jefe de la brigada confirmó que la manguera del carro no podía pasar para destupir las tuberías de aguas albañales porque la salida estaba obstruida. Y, a la vez, les han dicho que aún cuando Vivienda es la responsable de atender la línea interna de desagüe, el romper la acera para facilitar el trabajo solo lo puede hacer Aguas de La Habana.
Lo cierto es que, según las remitentes, el delegado de la circunscripción y el presidente del Consejo Popular tienen conocimiento del problema que afecta a esa comunidad de vecinos, y de todas las gestiones que han hecho, sin solución alguna. Y nadie más se ha portado por allí.
La situación, manifiestan, pudiera convertirse en un caso epidemiológico, pues existe actualmente un criadero de ratones, cucarachas, mosquitos, chinches y garrapatas. Y se mandó a hacer por parte de Vivienda un dictamen técnico. Pero todo sigue igual.
Al menos, ellas quieren dar gracias «a la compañera Manuela, de la oficina de Atención a la Población del Comité Municipal del Partido, que nos ayudó y orientó los pasos a seguir y las instancias donde teníamos que acudir en este tipo de situación».
Mientras tanto, siguen entre aguas albañales. ¿Y qué dicen las instancias correspondientes?